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10 LOS Filisteos pelearon con Israel; y huyeron delante de ellos los Israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.

Y los Filisteos siguieron á Saúl y á sus hijos; y mataron los Filisteos á Jonathán, y á Abinadab, y á Malchîsua, hijos de Saúl.

Y agravóse la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y fué de los flecheros herido.

Entonces dijo Saúl á su escudero: Saca tu espada, y pásame con ella, porque no vengan estos incircuncisos, y hagan escarnio de mí; mas su escudero no quiso, porque tenía gran miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y echóse sobre ella.

Y como su escudero vió á Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y matóse.

Así murió Saúl, y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.

Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huído, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades, y huyeron: y vinieron los Filisteos, y habitaron en ellas.

Y fué que viniendo el día siguiente los Filisteos á despojar los muertos, hallaron á Saúl y á sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.

Y luego que le hubieron desnudado, tomaron su cabeza y sus armas, y enviáronlo todo á la tierra de los Filisteos por todas partes, para que fuese denunciado á sus ídolos y al pueblo.

10 Y pusieron sus armas en el templo de su dios, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.

11 Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los Filisteos habían hecho de Saúl,

12 Levantáronse todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl, y los cuerpos de sus hijos, y trajéronlos á Jabes; y enterraron sus huesos debajo del alcornoque en Jabes, y ayunaron siete días.

13 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó al pythón, preguntándo le,

14 Y no consultó á Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino á David, hijo de Isaí.

11 ENTONCES todo Israel se juntó á David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.

Y además antes de ahora, aun mientras Saúl reinaba, tú sacabas y metías á Israel. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.

Y vinieron todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo con ellos alianza delante de Jehová; y ungieron á David por rey sobre Israel, conforme á la palabra de Jehová por mano de Samuel.

Entonces se fué David con todo Israel á Jerusalem, la cual es Jebus; y allí era el Jebuseo habitador de aquella tierra.

Y los moradores de Jebus dijeron á David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.

Y David había dicho: El que primero hiriere al Jebuseo, será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fué hecho jefe.

Y David habitó en la fortaleza, y por esto le llamaron la ciudad de David.

Y edificó la ciudad alrededor, desde Millo hasta la cerca: y Joab reparó el resto de la ciudad.

Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos era con él.

10 Estos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme á la palabra de Jehová.

11 Y este es le número de los valientes que David tuvo: Jasobam hijo de Hachmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, á los cuales mató.

12 Tras de éste fué Eleazar hijo de Dodo, Ahohita, el cual era de los tres valientes.

13 Este estuvo con David en Pasdammin, estando allí juntos en batalla los Filisteos: y había allí una suerte de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los Filisteos,

14 Pusiéronse ellos en medio de la haza, y la defendieron, y vencieron á los Filisteos; y favoreciólos Jehová con grande salvamento.

15 Y tres de los treinta principales descendieron á la peña á David, á la cueva de Adullam, estando el campo de los Filisteos en el valle de Raphaim.

16 Y David estaba entonces en la fortaleza, y había á la sazón guarnición de Filisteos en Beth-lehem.

17 David deseó entonces, y dijo: ­Quién me diera á beber de las aguas del pozo de Beth-lehem, que está á la puerta!

18 Y aquellos tres rompieron por el campo de los Filisteos, y sacaron agua del pozo de Beth-lehem, que está á la puerta, y tomaron y trajéronla á David: mas él no la quiso beber, sino que la derramó á Jehová, y dijo:

19 Guárdeme mi Dios de hacer esto: ¿había yo de beber la sangre de estos varones con sus vidas, que con peligro de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.

20 Y Abisai, hermano de Joab, era cabeza de los tres, el cual blandió su lanza sobre trescientos, á los cuales hirió; y fué entre los tres nombrado.

21 De los tres fué más ilustre que los otros dos, y fué el principal de ellos: mas no llegó á los tres primeros.

22 Benaías hijo de Joiada, hijo de varón de esfuerzo, de grandes hechos, de Cabseel: él venció los dos leones de Moab: también descendió, é hirió un león en mitad de un foso en tiempo de nieve.

23 El mismo venció á un Egipcio, hombre de cinco codos de estatura: y el Egipcio traía una lanza como un enjullo de tejedor; mas él descendió á él con un bastón, y arrebató al Egipcio la lanza de la mano, y matólo con su misma lanza.

24 Esto hizo Benaía hijo de Joiada, y fué nombrado entre los tres valientes.

25 Y fué el más honrado de los treinta, mas no llegó á los tres primeros. A este puso David en su consejos.

26 Y los valientes de los ejércitos: Asael hermano de Joab, y Elchânan hijo de Dodo de Beth-lehem;

27 Samoth de Arori, Helles Pelonita;

28 Ira hijo de Acces Tecoita, Abiezer Anathothita;

29 Sibbecai Husatita, Ilai Ahohita;

30 Maharai Nethophathita, Heled hijo de Baana Nehtophathita;

31 Ithai hijo de Ribai de Gabaath de los hijos de Benjamín, Benaías Phirathita;

32 Hurai del río Gaas, Abiel Arbathonita;

33 Azmaveth Baharumita, Eliaba Saalbonita;

34 Los hijos de Asem Gizonita, Jonathán hijo de Sajé Hararita;

35 Ahiam hijo de Sachâr Ararita, Eliphal hijo de Ur;

36 Hepher Mechêrathita, Ahía Phelonita;

37 Hesro Carmelita, Nahari hijo de Ezbai;

38 Joel hermano de Nathán, Mibhar hijo de Agrai;

39 Selec Ammonita, Naarai Berothita, escudero de Joab hijo de Sarvia;

40 Ira Ithreo, Yared Ithreo;

41 Uría Hetheo, Zabad hijo de Ahli;

42 Adina hijo de Siza Rubenita, príncipe de los Rubenitas, y con él treinta;

43 Hanán hijo de Maachâ, y Josaphat Mithnita;

44 Uzzías Astarothita, Samma y Jehiel hijos de Hotham Arorita;

45 Jedaiel hijo de Simri, y Joha su hermano, Thisaita;

46 Eliel de Mahavi, Jeribai y Josabía hijos de Elnaam, e Ithma Moabita;

47 Eliel, y Obed, y Jaasiel de Mesobia.

12 ESTOS son los que vinieron á David á Siclag, estando él aún encerrado por causa de Saúl hijo de Cis, y eran de los valientes ayudadores de la guerra.

Estaban armados de arcos, y usaban de ambas manos en tirar piedras con honda, y saetas con arco. De los hermanos de Saúl de Benjamín:

El principal Ahiezer, después Joas, hijos de Semaa Gabaathita; y Jeziel, y Pheleth, hijos de Azmaveth, y Beracah, y Jehú Anathothita;

E Ismaías Gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los treinta; y Jeremías, Jahaziel, Joanán, Jozabad Gederathita,

Eluzai, y Jeremoth, Bealías, Semarías, y Sephatías Haruphita;

Elcana, é Isías, y Azareel, y Joezer, y Jasobam, de Coré;

Y Joela, y Zebadías, hijos de Jeroham de Gedor.

También de los de Gad se huyeron á David, estando en la fortaleza en el desierto, muy valientes hombres de guerra para pelear, dispuestos á hacerlo con escudo y pavés: sus rostros como rostros de leones, y ligeros como las cabras monteses.

Eser el primero, Obadías el segundo, Eliab el tercero,

10 Mismana el cuarto, Jeremías el quinto,

11 Attai el sexto, Eliel el séptimo,

12 Johanán el octavo, Elzabad el nono,

13 Jeremías el décimo, Machbani el undécimo.

14 Estos fueron capitanes del ejército de los hijos de Gad. El menor tenía cargo de cien hombres, y el mayor de mil.

15 Estos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando había salido sobre todas sus riberas; é hicieron huir á todos los de los valles al oriente y al poniente.

16 Asimismo algunos de los hijos de Benjamín y de Judá vinieron á David á la fortaleza.

17 Y David salió á ellos, y hablóles diciendo: Si habéis venido á mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para engañarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y demándelo.

18 Entonces se envistió el espíritu en Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y púsolos entre los capitanes de la cuadrilla.

19 También se pasaron á David algunos de Manasés, cuando vino con los Filisteos á la batalla contra Saúl, aunque no les ayudaron; porque los sátrapas de los Filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con nuestras cabezas se pasará á su señor Saúl.

20 Así que viniendo él á Siclag, se pasaron á él de los de Manasés, Adnas, Jozabad, Michâel, Jozabad, Jediaiel, Eliú, y Sillethai, príncipes de millares de los de Manasés.

21 Estos ayudaron á David contra aquella compañía; porque todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.

22 Porque entonces todos los días venía ayuda á David, hasta hacerse un grande ejército, como ejército de Dios.

23 Y este es el número de los principales que estaban á punto de guerra, y vinieron á David en Hebrón, para traspasarle el reino de Saúl, conforme á la palabra de Jehová:

24 De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil y ochocientos, á punto de guerra.

25 De los hijos de Simeón, valientes y esforzados hombres para la guerra, siete mil y ciento.

26 De los hijos de Leví, cuatro mil y seiscientos;

27 Asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil y setecientos;

28 Y Sadoc, mancebo valiente y esforzado, con veinte y dos de los principales de la casa de su padre.

29 De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque aun en aquel tiempo muchos de ellos tenían la parte de la casa de Saúl.

30 Y de los hijos de Ephraim, veinte mil y ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.

31 De la media tribu de Manasés, diez y ocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir á poner á David por rey.

32 Y de los hijos de Issachâr, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.

33 Y de Zabulón cincuenta mil, que salían á campaña á punto de guerra, con todas armas de guerra, dispuestos á pelear sin doblez de corazón.

34 Y de Nephtalí mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.

35 De los de Dan, dispuestos á pelear, veinte y ocho mil y seiscientos.

36 Y de Aser, á punto de guerra y aparejados á pelear, cuarenta mil.

37 Y de la otra parte del Jordán, de los Rubenitas y de los de Gad y de la media tribu de Manasés, ciento y veinte mil con toda suerte de armas de guerra.

38 Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto á Hebrón, para poner á David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner á David por rey.

39 Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían prevenido para ellos.

40 Y también los que les eran vecinos, hasta Issachâr y Zabulón y Nephtalí, trajeron pan en asnos, y camellos, y mulos, y bueyes; y provisión de harina, masas de higos, y pasas, vino y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.

45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí.

46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre.

47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

48 Yo soy el pan de vida.

49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos.

50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera.

51 Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

52 Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer?

53 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.

54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

58 Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente.

59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

60 Y muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir?

61 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza?

62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?

63 El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.

64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre.

66 Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.

67 Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también?

68 Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna.

69 Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.

70 Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?

71 Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.

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