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NO juzguéis, para que no seáis juzgados.

Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán á medir.

Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo?

O ¿cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo?

Hipócrita! echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.

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