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TAMBIÉN digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es señor de todo;

Mas está debajo de tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.

Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los rudimentos del mundo.

Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito á la ley,

Para que redimiese á los que estaban debajo de la ley, á fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.

Así que ya no eres más siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.

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