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Otros edificios de Salomón

Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.

Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas. Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas. Y había tres hileras de ventanas, una ventana contra la otra en tres hileras. Todas las puertas y los postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras.

También hizo un pórtico de columnas, que tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho; y este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes.

Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro del suelo al techo.

Y la casa en que él moraba, en otro atrio dentro del pórtico, era de obra semejante a esta. Edificó también Salomón para la hija de Faraón, que había tomado por mujer,(A) una casa de hechura semejante a la del pórtico.

Todas aquellas obras fueron de piedras costosas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio. 10 El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos. 11 De allí hacia arriba eran también piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro. 12 Y en el gran atrio alrededor había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro; y así también el atrio interior de la casa de Jehová, y el atrio de la casa.

Salomón emplea a Hiram, de Tiro

(2 Cr. 2.13-14; 3.15-17)

13 Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram, 14 hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.

15 Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos. 16 Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos. 17 Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel. 18 Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel. 19 Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos. 20 Tenían también los capiteles de las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red. 21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz. 22 Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas.

Mobiliario del templo

(2 Cr. 4.1—5.1)

23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos. 24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido. 25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro. 26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.

27 Hizo también diez basas de bronce, siendo la longitud de cada basa de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura. 28 La obra de las basas era esta: tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras; 29 y sobre aquellos tableros que estaban entre las molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines; y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve. 30 Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones, para venir a quedar debajo de la fuente. 31 Y la boca de la fuente entraba un codo en el remate que salía para arriba de la basa; y la boca era redonda, de la misma hechura del remate, y este de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos. 32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio. 33 Y la forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición. 34 Asimismo las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; y las repisas eran parte de la misma basa. 35 Y en lo alto de la basa había una pieza redonda de medio codo de altura, y encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma. 36 E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, de leones y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos. 37 De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura.

38 Hizo también diez fuentes de bronce;(B) cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas. 39 Y puso cinco basas a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda; y colocó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.

40 Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas, y cuencos. Así terminó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová: 41 dos columnas, y los capiteles redondos que estaban en lo alto de las dos columnas; y dos redes que cubrían los dos capiteles redondos que estaban sobre la cabeza de las columnas; 42 cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos capiteles redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas; 43 las diez basas, y las diez fuentes sobre las basas; 44 un mar, con doce bueyes debajo del mar; 45 y calderos, paletas, cuencos, y todos los utensilios que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de bronce bruñido. 46 Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Saretán. 47 Y no inquirió Salomón el peso del bronce de todos los utensilios, por la gran cantidad de ellos.

48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro,(C) y una mesa también de oro,(D) sobre la cual estaban los panes de la proposición; 49 cinco candeleros(E) de oro purísimo a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, frente al lugar santísimo; con las flores, las lámparas y tenazas de oro. 50 Asimismo los cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas e incensarios, de oro purísimo; también de oro los quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y los de las puertas del templo.

51 Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado,(F) plata, oro y utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.

Salomón traslada el arca al templo

(2 Cr. 5.2-14)

Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David,(G) la cual es Sion. Y se reunieron con el rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día de la fiesta solemne. Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca. Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él, estaban con él delante del arca, sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se podían contar ni numerar. Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima. Y sacaron las varas, de manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaban ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy. En el arca ninguna cosa había sino las dos tablas de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb,(H) donde Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto. 10 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. 11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.(I)

Dedicación del templo

(2 Cr. 6.1—7.10)

12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad. 13 Yo he edificado casa por morada para ti, sitio en que tú habites para siempre. 14 Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba de pie. 15 Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David mi padre lo que con su mano ha cumplido, diciendo: 16 Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David para que presidiese en mi pueblo Israel.(J) 17 Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 18 Pero Jehová dijo a David mi padre: Cuanto a haber tenido en tu corazón edificar casa a mi nombre, bien has hecho en tener tal deseo.(K) 19 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre.(L) 20 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho; porque yo me he levantado en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 21 Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.

22 Luego se puso Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, 23 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón; 24 que has cumplido a tu siervo David mi padre lo que le prometiste; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como sucede en este día. 25 Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No te faltará varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de mí como tú has andado delante de mí.(M) 26 Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase la palabra que dijiste a tu siervo David mi padre.

27 Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?(N) 28 Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; 29 que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí;(O) y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. 30 Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona.

31 Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; 32 tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

33 Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante de sus enemigos por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti y confesaren tu nombre, y oraren y te rogaren y suplicaren en esta casa, 34 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás a la tierra que diste a sus padres.

35 Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres, 36 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

37 Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; 38 toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa, 39 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres); 40 para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.

41 Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre 42 (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, 43 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué.

44 Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú les mandes, y oraren a Jehová con el rostro hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo edifiqué a tu nombre, 45 tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás justicia.

46 Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga, sea lejos o cerca, 47 y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; 48 y si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti con el rostro hacia su tierra que tú diste a sus padres, y hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado a tu nombre, 49 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia. 50 Y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus infracciones con que se hayan rebelado contra ti, y harás que tengan de ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos; 51 porque ellos son tu pueblo y tu heredad, el cual tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro. 52 Estén, pues, atentos tus ojos a la oración de tu siervo y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo aquello por lo cual te invocaren; 53 porque tú los apartaste para ti como heredad tuya de entre todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por medio de Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor Jehová.

54 Cuando acabó Salomón de hacer a Jehová toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo; 55 y puesto en pie, bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo en voz alta: 56 Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.(P) 57 Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. 58 Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres. 59 Y estas mis palabras con que he orado delante de Jehová, estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que él proteja la causa de su siervo y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo; 60 a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro. 61 Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.

62 Entonces el rey, y todo Israel con él, sacrificaron víctimas delante de Jehová. 63 Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová: veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová. 64 Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio, el cual estaba delante de la casa de Jehová; porque ofreció allí los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz, por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era pequeño, y no cabían en él los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz.

65 En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel, una gran congregación, desde donde entran en Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y aun por otros siete días, esto es, por catorce días. 66 Y al octavo día despidió al pueblo; y ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo y a su pueblo Israel.

Salomón construye su palacio

Salomón también terminó la construcción de su propio palacio, pero el proyecto le llevó trece años. Construyó el palacio «Bosque del Líbano», el cual medía cien codos de largo, cincuenta codos de ancho y treinta codos de alto.[a] Cuatro hileras de columnas de cedro sostenían las vigas, las cuales también eran de cedro. Encima de las columnas había cuarenta y cinco cámaras laterales, quince en cada piso; y sobre las cámaras[b] había un techo de cedro. Las ventanas estaban colocadas en tres filas, de tres en tres y unas frente a las otras. Todas las entradas tenían un marco rectangular y estaban colocadas de tres en tres, unas frente a las otras.

Salomón también hizo un vestíbulo de columnas que medía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho.[c] Al frente había otro vestíbulo con columnas y un alero.

Construyó además una sala para su trono, es decir, el tribunal donde impartía justicia. Esta sala la recubrió de cedro de arriba abajo. Su residencia personal estaba en un atrio aparte y tenía un modelo parecido. A la hija del faraón, con la cual se había casado, Salomón le construyó un palacio semejante.

Desde los cimientos hasta las cornisas, y desde la parte exterior hasta el gran atrio, todo se hizo con bloques de piedra de buena calidad, cortados a la medida y aserrados por ambos lados. 10 Para echar los cimientos se usaron piedras grandes y de buena calidad; unas medían diez codos y otras ocho.[d] 11 Para la parte superior se usaron también piedras de buena calidad, cortadas a la medida, y vigas de cedro. 12 El muro que rodeaba el gran atrio tenía tres hileras de piedra tallada por cada hilera de vigas de cedro, lo mismo que el atrio interior y el vestíbulo del templo del Señor.

Mobiliario del templo(A)(B)

13 El rey Salomón mandó traer de Tiro a Hiram, 14 que era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de un nativo de Tiro, artesano en bronce. Hiram tenía sabiduría, inteligencia y capacidad para trabajar en toda clase de trabajo en bronce, así que se presentó ante el rey Salomón y realizó todo el trabajo que se le asignó.

15 Hiram fundió dos columnas de bronce, cada una de dieciocho codos de alto y doce codos de circunferencia.[e] 16 Las columnas que hizo remataban en dos capiteles de bronce fundido que medían cinco codos de alto.[f] 17 Una red de cadenas trenzadas adornaba los capiteles en la parte superior de las columnas y en cada capitel había siete trenzas. 18 El capitel de cada columna[g] lo cubrió con dos hileras de granadas[h] entrelazadas con las cadenas. 19 Estos capiteles en que remataban las columnas del vestíbulo tenían forma de azucenas y medían cuatro codos.[i] 20 La parte más alta y ancha de los capiteles de ambas columnas estaba rodeada por doscientas granadas, dispuestas en hileras junto a la red de cadenas. 21 Cuando Hiram levantó las columnas en el vestíbulo de la nave central, llamó Jaquín a la columna de la derecha y Boaz a la de la izquierda.[j] 22 El trabajo de las columnas quedó terminado cuando se colocaron en la parte superior las figuras en forma de azucenas.

23 Hizo también una fuente[k] circular de metal fundido que medía diez codos de diámetro y cinco codos de alto. Su circunferencia, medida a cordel, era de treinta codos.[l] 24 Debajo del borde hizo dos hileras de figuras de calabazas, diez por cada codo, las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente.

25 La fuente descansaba sobre doce bueyes que tenían sus cuartos traseros hacia adentro. Tres bueyes miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este. 26 El grosor de la fuente era de un palmo[m] y su borde, en forma de copa, se asemejaba a un capullo de azucena. Tenía una capacidad de dos mil batos.[n]

27 También hizo diez bases de bronce, cada una de las cuales medía cuatro codos de largo, cuatro codos de ancho y tres codos de alto.[o] 28 Estaban revestidas con paneles entre los bordes. 29 En los paneles había figuras de leones, bueyes y querubines, mientras que en los bordes, por encima y por debajo de los leones y los bueyes, había guirnaldas repujadas. 30 Cada base tenía cuatro ruedas de bronce con ejes también de bronce y tenía un recipiente que se apoyaba sobre cuatro soportes fundidos que tenían guirnaldas en cada lado. 31 La boca del recipiente era circular y sobresalía un codo;[p] con su pedestal medía un codo y medio.[q] Alrededor de la boca había entalladuras, pero los paneles de la base eran cuadrados, no redondos. 32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles y los ejes de las ruedas estaban unidos a la base. Cada rueda medía un codo y medio de diámetro 33 y estaba hecha de metal fundido, como las ruedas de los carros, con sus ejes, aros, rayos y cubos.

34 Cada base tenía cuatro soportes unidos a ella, uno en cada esquina. 35 En la parte superior de la base había un marco circular de medio codo.[r] Los soportes y paneles formaban una misma pieza con la parte superior de la base. 36 Sobre las superficies de los soportes y sobre los paneles Hiram grabó querubines, leones y palmeras, con guirnaldas alrededor, según el espacio disponible. 37 De esa manera hizo las diez bases, las cuales fueron fundidas en los mismos moldes y eran idénticas en forma y tamaño.

38 Hiram hizo también diez recipientes de bronce, uno para cada base. Cada uno de ellos medía cuatro codos y tenía capacidad para cuarenta batos.[s] 39 Colocó cinco de las bases al lado derecho del templo y cinco al lado izquierdo. La fuente de metal la colocó en la esquina del lado derecho, al sureste del templo. 40 También hizo las ollas,[t] las tenazas y los tazones.

Así Hiram terminó todo el trabajo que había emprendido para el rey Salomón en el templo del Señor, es decir:

41 las dos columnas;

los dos capiteles en forma de tazón que coronaban las columnas;

las dos redes que decoraban los capiteles;

42 las cuatrocientas granadas, dispuestas en dos hileras para cada red que cubrían los tazones que estaban en lo alto de las columnas;

43 las diez bases con sus diez recipientes de bronce;

44 la fuente de metal y los doce bueyes que la sostenían;

45 las ollas, las tenazas y los tazones.

Todos esos utensilios que Hiram hizo para el templo del Señor por orden del rey Salomón eran de bronce pulido. 46 El rey los hizo fundir en moldes de arcilla en la llanura del Jordán, entre Sucot y Saretán. 47 Eran tantos los utensilios que Salomón ni los pesó, así que no fue posible determinar el peso del bronce.

48 Salomón también mandó hacer los otros utensilios que estaban en el templo del Señor, es decir:

el altar de oro;

la mesa de oro sobre la que se ponía el pan de la Presencia;

49 los candelabros de oro puro, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte, en frente del santuario interior;

la obra floral, las lámparas y los cortapabilos, que también eran de oro;

50 las vasijas, los cortapabilos, los tazones, la vajilla y los incensarios;

y las bisagras de oro para las puertas del Lugar Santísimo, como también para las puertas de la nave central del templo.

51 Una vez terminada toda la obra que el rey había mandado hacer para el templo del Señor, Salomón hizo traer el oro, la plata y los utensilios que su padre David había consagrado, y los depositó en el tesoro del templo del Señor.

Traslado del arca al templo(C)

Entonces el rey Salomón mandó que los jefes de Israel, todos los jefes de las tribus y los patriarcas de las familias israelitas se congregaran ante él en Jerusalén para trasladar el arca del pacto del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Así que, en el mes de etanim, durante la fiesta del mes séptimo, todos los israelitas se congregaron ante el rey Salomón.

Cuando llegaron todos los jefes de Israel, los sacerdotes alzaron el arca. Entonces los sacerdotes y los levitas trasladaron el arca del Señor junto con la Tienda de reunión y con todos los utensilios sagrados que había en ella. El rey Salomón y toda la asamblea de Israel reunida con él delante del arca sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que fue imposible llevar la cuenta.

Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor a su lugar en el santuario interior del templo, que es el Lugar Santísimo, y la pusieron bajo las alas de los querubines. Con sus alas extendidas sobre ese lugar, los querubines cubrían el arca y sus varas. Las varas eran tan largas que sus extremos se podían ver desde el Lugar Santo, delante del Lugar Santísimo, aunque no desde afuera; y ahí han permanecido hasta hoy. En el arca solo estaban las dos tablas de piedra que Moisés había colocado en ella en Horeb, donde el Señor hizo un pacto con los israelitas cuando salieron de Egipto.

10 Cuando los sacerdotes se retiraron del Lugar Santo, la nube llenó el Templo del Señor. 11 Por causa de la nube, los sacerdotes no pudieron celebrar el culto, pues la gloria del Señor había llenado el Templo.

12 Entonces Salomón declaró: «Señor, tú has dicho que habitarías en la densa oscuridad de una nube, 13 pero yo te he construido un excelso templo, un lugar donde habites para siempre».

14 Luego se puso de frente para bendecir a toda la asamblea de Israel que estaba allí de pie 15 y dijo:

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido ahora lo que con su boca había prometido a mi padre David cuando le dijo: 16 “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no elegí ninguna ciudad de las tribus de Israel para que en ella se me construyera un templo en honor de mi Nombre, sino que elegí a David para que gobernara a mi pueblo Israel”.

17 »Pues bien, mi padre David tuvo mucho interés en construir un templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel, 18 pero el Señor le dijo: “Me agrada que te hayas interesado en construir un templo en honor de mi Nombre. 19 Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en honor de mi Nombre”.

20 »Ahora el Señor ha cumplido su promesa: Tal como lo prometió, he sucedido a mi padre David en el trono de Israel y he construido el Templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel. 21 Allí he fijado un lugar para el arca, en la cual está el pacto que el Señor hizo con nuestros antepasados cuando los sacó de Egipto».

Oración de Salomón(D)

22 A continuación, Salomón se puso frente al altar del Señor y, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos hacia el cielo 23 y dijo:

«Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón. 24 Has llevado a cabo lo que dijiste a tu siervo David, mi padre, y este día has cumplido con tu mano lo que con tu boca prometiste.

25 »Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también la promesa que hiciste a tu siervo, mi padre David, cuando dijiste: “Si tus hijos observan una buena conducta y me siguen como tú lo has hecho, nunca te faltará un descendiente que ocupe el trono de Israel en mi presencia”. 26 Dios de Israel, ¡confirma ahora la promesa que hiciste a mi padre David, tu siervo!

27 »Pero ¿será posible que tú, Dios mío, habites en la tierra? Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido! 28 Sin embargo, Señor mi Dios, atiende a la oración y a la súplica de este siervo tuyo. Oye el clamor y la oración que hoy elevo en tu presencia. 29 ¡Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre este templo, el lugar donde decidiste poner tu Nombre, para que oigas la oración que tu siervo eleva hacia ese lugar! 30 Oye la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Oye desde el cielo, donde habitas; escucha y perdona.

31 »Si alguien peca contra su prójimo y se le exige venir a este templo para jurar frente a tu altar, 32 óyelo tú desde el cielo y juzga a tus siervos. Condena al culpable y haz que reciba su merecido; absuelve al inocente y vindícalo por su rectitud.

33 »Cuando tu pueblo Israel sea derrotado por el enemigo por haber pecado contra ti, si luego se vuelve a ti para alabar tu nombre, y ora y te suplica en este templo, 34 óyelo tú desde el cielo, perdona su pecado y hazlo regresar a la tierra que diste a sus antepasados.

35 »Cuando tu pueblo peque contra ti y tú lo aflijas cerrando el cielo para que no llueva, si luego ellos oran hacia este lugar y alaban tu nombre y se arrepienten de su pecado, 36 óyelos tú desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, de tu pueblo Israel. Guíalos para que sigan el buen camino y envía la lluvia sobre esta tierra, que es tuya, pues tú se la diste a tu pueblo por herencia.

37 »Cuando en el país haya hambre, plaga, peste, langostas o saltamontes en los sembrados; cuando el enemigo sitie alguna de nuestras ciudades; en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad, 38 si luego algún israelita, consciente de su dolor,[u] extiende sus manos hacia este templo, ora y te suplica, 39 óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Trata a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano. 40 Así todos tendrán temor de ti mientras vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.

41 »Trata de igual manera al extranjero que no pertenece a tu pueblo Israel, pero que atraído por tu fama ha venido de lejanas tierras. 42 (En efecto, los pueblos oirán hablar de tu gran nombre y de tus despliegues de fuerza y poder). Cuando ese extranjero venga y ore orientado hacia este templo, 43 óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y concédele cualquier petición que te haga. Así todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre y, al igual que tu pueblo Israel, tendrán temor de ti y comprenderán que este templo que he construido lleva tu Nombre.

44 »Señor, cuando saques a tu pueblo para combatir a sus enemigos, sea donde sea, si el pueblo ora a ti y dirige la mirada hacia la ciudad que has escogido, hacia el Templo que he construido en honor de tu Nombre, 45 oye tú desde el cielo su oración, su súplica y defiende su causa.

46 »Ya que no hay ser humano que no peque, si tu pueblo peca contra ti, y tú te enojas con ellos y los entregas al enemigo para que se los lleven cautivos a otro país, lejano o cercano; 47 y si en el destierro, en el país de los conquistadores, se arrepienten, se vuelven a ti y oran diciendo: “Somos culpables, hemos pecado, hemos hecho lo malo”; 48 y si en la tierra de sus enemigos que los tomaron cautivos se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma, y oran a ti y dirigen la mirada hacia la tierra que diste a sus antepasados, hacia la ciudad que has escogido y hacia el templo que he construido en honor de tu Nombre, 49 oye tú su oración y su súplica desde el cielo donde habitas y defiende su causa. 50 Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti; perdona todas las ofensas que te haya infligido. Haz que sus conquistadores le muestren clemencia, 51 pues Israel es tu pueblo y tu heredad; ¡tú lo sacaste de aquel horno donde se funde el hierro que es Egipto!

52 »¡Dígnate mantener atentos tus oídos[v] a la súplica de este siervo tuyo y de tu pueblo Israel! ¡Escúchalos cada vez que te invoquen! 53 Tú los apartaste de todas las naciones del mundo para que fueran tu heredad. Así lo manifestaste por medio de tu siervo Moisés cuando tú, Señor y Dios, sacaste de Egipto a nuestros antepasados».

54 Salomón había estado ante el altar del Señor, de rodillas y con las manos extendidas hacia el cielo. Cuando terminó de orar y de hacer esta súplica al Señor, se levantó 55 y, puesto de pie, bendijo en voz alta a toda la asamblea de Israel, diciendo:

56 «¡Bendito sea el Señor, que conforme a sus promesas ha dado descanso a su pueblo Israel! No ha dejado de cumplir ni una sola de las buenas promesas que hizo por medio de su siervo Moisés. 57 Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone. 58 Que incline nuestro corazón hacia él, para que sigamos todos sus caminos y cumplamos los mandamientos, estatutos y leyes que les dio a nuestros antepasados. 59 Y que día y noche el Señor tenga presente todo lo que le he suplicado, para que defienda la causa de este siervo suyo y la de su pueblo Israel, según la necesidad de cada día. 60 Así todos los pueblos de la tierra sabrán que el Señor es Dios y que no hay otro. 61 Y ahora, dedíquense de todo corazón al Señor nuestro Dios; vivan según sus estatutos y cumplan sus mandamientos, como ya lo hacen».

Dedicación del templo(E)

62 Entonces el rey, con todo Israel, ofreció sacrificios en presencia del Señor. 63 Como sacrificio de comunión, Salomón ofreció al Señor veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así fue como el rey y todos los israelitas dedicaron el Templo del Señor.

64 Aquel mismo día el rey consagró la parte central del atrio, que está frente al Templo del Señor, y allí presentó los holocaustos, las ofrendas de cereales y la grasa de los sacrificios de comunión, ya que el altar de bronce que estaba ante el Señor era pequeño y no había espacio para todos estos sacrificios y ofrendas.

65 Y así, en presencia del Señor nuestro Dios, Salomón y todo Israel celebraron la fiesta durante siete días, extendiéndola luego siete días más: catorce días de fiesta en total. A la fiesta llegó gente de todas partes, desde Lebó Jamat[w] hasta el río de Egipto, y se formó una gran asamblea. 66 Al final, Salomón despidió al pueblo, y ellos bendijeron al rey y regresaron a sus casas, contentos y llenos de alegría por todo el bien que el Señor había hecho en favor de su siervo David y de su pueblo Israel.

Footnotes

  1. 7:2 Es decir, aprox. 45 m de largo por 23 de ancho por 14 de alto.
  2. 7:3 cámaras … sobre las cámaras. Alt. vigas, quince en cada hilera; y sobre las vigas.
  3. 7:6 Es decir, aprox. 23 m de largo y 14 de ancho.
  4. 7:10 Es decir, aprox. 4.5 y 3.6 m; también en v. 23.
  5. 7:15 Es decir, aprox. 8 m de alto y 5 m de circunferencia.
  6. 7:16 Es decir, aprox. 2.3 m de alto; también en v. 23.
  7. 7:18 de cada columna (muchos mss. hebreos, LXX y Siríaca); de las granadas (TM).
  8. 7:18 con dos hileras de granadas (dos mss. hebreos y LXX); hizo las columnas y dos hileras (TM).
  9. 7:19 Es decir, aprox. 1.8 m; también en v. 38.
  10. 7:21 Jaquín (que probablemente significa él establece) estaba al sur, y Boaz (probablemente en él hay fuerza) estaba al norte.
  11. 7:23 una fuente. Lit. el mar; así en el resto de este pasaje.
  12. 7:23 Es decir, aprox. 14 m.
  13. 7:26 Es decir, aprox. 7.5 cm.
  14. 7:26 Es decir, aprox. 44 000 l.
  15. 7:27 Es decir, aprox. 1.8 m de largo, 1.8 m de ancho y 1.4 m de alto.
  16. 7:31 Es decir, aprox. 45 cm.
  17. 7:31 Es decir, aprox. 68 cm; también en v. 32.
  18. 7:35 Es decir, aprox. 23 cm.
  19. 7:38 Es decir, aprox. 880 l.
  20. 7:40 las ollas (muchos mss., LXX, Siríaca y Vulgata; véase v. 45); los lavabos (TM).
  21. 8:38 de su dolor. Lit. de la plaga en su corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  22. 8:52 atentos tus oídos (véase 2Cr 6:40); abiertos tus ojos (TM).
  23. 8:65 Lebó Jamat. Alt. la entrada de Jamat.

La misericordia de Dios

Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová.

36 La iniquidad del impío me dice al corazón:

No hay temor de Dios delante de sus ojos.(A)

Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos,

De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.

Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;

Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.

Medita maldad sobre su cama;

Está en camino no bueno,

El mal no aborrece.

Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia,

Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.

Tu justicia es como los montes de Dios,

Tus juicios, abismo grande.

Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.

¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!

Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.

Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,

Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

Porque contigo está el manantial de la vida;

En tu luz veremos la luz.

10 Extiende tu misericordia a los que te conocen,

Y tu justicia a los rectos de corazón.

11 No venga pie de soberbia contra mí,

Y mano de impíos no me mueva.

12 Allí cayeron los hacedores de iniquidad;

Fueron derribados, y no podrán levantarse.

Al director musical. De David, el siervo del Señor.

36 El pecado habla al malvado
    en lo profundo de su corazón.
No hay temor de Dios
    delante de sus ojos.

Cree que merece alabanzas,
    al punto de no hallar aborrecible su propio pecado.
Sus palabras son malvadas y engañosas;
    ha perdido el buen juicio
    y la capacidad de hacer el bien.
Aun en su lecho trama hacer iniquidad;
    se aferra a su mal camino
    y no rechaza la maldad.

Tu amor, Señor, llega hasta los cielos;
    tu fidelidad alcanza las nubes.
Tu justicia es como las altas montañas;[a]
    tus juicios, tan profundos como el mar.
    Tú, Señor, cuidas de hombres y animales;
¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor!
    Todo ser humano halla refugio
    a la sombra de tus alas.
Se sacian de la abundancia de tu casa;
    les das a beber en el río de tus delicias.
Porque en ti está la fuente de la vida
    y en tu luz podemos ver la luz.

10 Extiende tu amor a los que te conocen
    y tu justicia a los de corazón sincero.
11 Que no me aplaste el pie del orgulloso
    ni me desarraigue la mano del impío.
12 Vean cómo fracasan los malvados:
    ¡fueron derribados y no pueden levantarse!

Footnotes

  1. 36:6 las altas montañas. Alt. las montañas de Dios.