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27 También le dijo:

―Como tú eres vidente, puedes volver tranquilo a la ciudad con Abiatar, y llevarte contigo a tu hijo Ajimaz y a Jonatán hijo de Abiatar. 28 Yo me quedaré en los llanos del desierto hasta que vosotros me informéis de la situación.

29 Entonces Sadoc y Abiatar volvieron a Jerusalén con el arca de Dios, y allí se quedaron.

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