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Y HUBO larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; mas David se iba fortificando, y la casa de Saúl iba en disminución.

Y nacieron hijos á David en Hebrón: su primogénito fué Ammón, de Ahinoam Jezreelita;

Su segundo Chileab, de Abigail la mujer de Nabal, el del Carmelo; el tercero, Absalóm, hijo de Maachâ, hija de Talmai rey de Gessur:

El cuarto, Adonías hijo de Haggith; el quinto, Saphatías hijo de Abital;

El sexto, Jetream, de Egla mujer de David. Estos nacieron á David en Hebrón.

Y como había guerra entre la casa de Saúl y la de David, aconteció que Abner se esforzaba por la casa de Saúl.

Y había Saúl tenido una concubina que se llamaba Rispa, hija de Aja. Y dijo Is-boseth á Abner: ¿Por qué has entrado á la concubina de mi padre?

Y enojóse Abner en gran manera por las palabras de Is-boseth, y dijo: ¿Soy yo cabeza de perros respecto de Judá? Yo he hecho hoy misericordia con la casa de Saúl tu padre, con sus hermanos, y con sus amigos, y no te he entregado en las manos de David: ¿y tú me haces hoy cargo del pecado de esta mujer?

Así haga Dios á Abner y así le añada, si como ha jurado Jehová á David no hiciere yo así con él,

10 Trasladando el reino de la casa de Saúl, y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beer-sebah.

11 Y él no pudo responder palabra á Abner, porque le temía.

12 Y envió Abner mensajeros á David de su parte, diciendo: ¿Cúya es la tierra? Y que le dijesen: Haz alianza conmigo, y he aquí que mi mano será contigo para volver á ti á todo Israel.

13 Y David dijo: Bien; yo haré contigo alianza: mas una cosa te pido, y es, que no me vengas á ver sin que primero traigas á Michâl la hija de Saúl, cuando vinieres á verme.

14 Después de esto envió David mensajeros á Is-boseth hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme á mi mujer Michâl, la cual yo desposé conmigo por cien prepucios de Filisteos.

15 Entonces Is-boseth envió, y quitóla á su marido Paltiel, hijo de Lais.

16 Y su marido fué con ella, siguiéndola y llorando hasta Bahurim. Y díjole Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió.

17 Y habló Abner con los ancianos de Israel, diciendo: Ayer y antes procurabais que David fuese rey sobre vosotros;

18 Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha hablado á David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré á mi pueblo Israel de mano de los Filisteos, y de mano de todos sus enemigos.

19 Y habló también Abner á los de Benjamín: y fué también Abner á Hebrón á decir á David todo el parecer de los de Israel y de toda la casa de Benjamín.

20 Vino pues Abner á David en Hebrón, y con él veinte hombres: y David hizo banquete á Abner y á los que con él habían venido.

21 Y dijo Abner á David: Yo me levantaré é iré, y juntaré á mi señor el rey á todo Israel, para que hagan contigo alianza, y tú reines como deseas. David despidió luego á Abner, y él se fué en paz.

22 Y he aquí los siervos de David y Joab, que venían del campo, y traían consigo gran presa. Mas Abner no estaba con David en Hebrón, que ya lo había él despedido, y él se había ido en paz.

23 Y luego que llegó Joab y todo el ejército que con él estaba, fué dado aviso á Joab, diciendo: Abner hijo de Ner ha venido al rey, y él le ha despedido, y se fué en paz.

24 Entonces Joab vino al rey, y díjole: ¿Qué has hecho? He aquí habíase venido Abner á ti; ¿por qué pues lo dejaste que se fuése?

25 ¿Sabes tú que Abner hijo de Ner ha venido para engañarte, y á saber tu salida y tu entrada, y por entender todo lo que tú haces?

26 Y saliéndose Joab de con David, envió mensajeros tras Abner, los cuales le volvieron desde el pozo de Sira, sin saberlo David.

27 Y como Abner volvió á Hebrón, apartólo Joab al medio de la puerta, hablando con él blandamente, y allí le hirió por la quinta costilla, á causa de la muerte de Asael su hermano, y murió.

28 Cuando David supo después esto, dijo: Limpio estoy yo y mi reino, por Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner.

29 Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien muera á cuchillo, ni quien tenga falta de pan.

30 Joab pues y Abisai su hermano mataron á Abner, porque él había muerto á Asael, hermano de ellos en la batalla de Gabaón.

31 Entonces dijo David á Joab, y á todo el pueblo que con él estaba: Romped vuestros vestidos, y ceñíos de sacos, y haced duelo delante de Abner. Y el rey iba detrás del féretro.

32 Y sepultaron á Abner en Hebrón: y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo.

33 Y endechando el rey al mismo Abner, decía: ¿Murío Abner como muere un villano?

34 Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos: Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió á llorar sobre él.

35 Y como todo el pueblo viniese á dar de comer pan á David siendo aún de día, David juró, diciendo: Así me haga Dios y así me añada, si antes que se ponga el sol gustare yo pan, ú otra cualquier cosa.

36 Súpolo así todo el pueblo, y plugo en sus ojos; porque todo lo que el rey hacía parecía bien en ojos de todo el pueblo.

37 Y todo el pueblo y todo Israel entendieron aquel día, que no había venido del rey que Abner hijo de Ner muriese.

38 Y el rey dijo á sus siervos: ¿No sabéis que ha caído hoy en Israel un príncipe, y grande?

39 Que yo ahora aún soy tierno rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son: Jehová dé el pago al que mal hace, conforme á su malicia.

LUEGO que oyó el hijo de Saúl que Abner había sido muerto en Hebrón, las manos se le descoyuntaron, y fué atemorizado todo Israel.

Y tenía el hijo de Saúl dos varones, los cuales eran capitanes de compañía, el nombre de uno era Baana, y el del otro Rechâb, hijos de Rimmón Beerothita, de los hijos de Benjamín: (porque Beeroth era contada con Benjamín;

Estos Beerothitas se habían huído á Gittaim, y habían sido peregrinos allí hasta entonces.)

Y Jonathán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de los pies de edad de cinco años: que cuando la noticia de la muerte de Saúl y de Jonathán vino de Jezreel, tomóle su ama y huyó; y como iba huyendo con celeridad, cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mephi-boseth.

Los hijos pues de Rimmón Beerothita, Rechâb y Baana, fueron y entraron en el mayor calor del día en casa de Is-boseth, el cual estaba durmiendo en su cámara la siesta.

Entonces entraron ellos en medio de la casa en hábito de mercaderes de grano, y le hirieron en la quinta costilla. Escapáronse luego Rechâb y Baana su hermano;

Pues como entraron en la casa, estando él en su cama en su cámara de dormir, lo hirieron y mataron, y cortáronle la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por el camino de la campiña.

Y trajeron la cabeza de Is-boseth á David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boseth hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha vengado hoy á mi señor el rey, de Saúl y de su simiente.

Y David respondió á Rechâb y á su hermano Baana, hijos de Rimmón Beerothita, y díjoles: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda angustia,

10 Que cuando uno me dió nuevas, diciendo: He aquí Saúl es muerto imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.

11 ¿Cuánto más á los malos hombres que mataron á un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora pues, ¿no tengo yo de demandar su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?

12 Entonces David mandó á los mancebos, y ellos los mataron, y cortáronles las manos y los pies, y colgáronlos sobre el estanque, en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boseth, y enterráronla en el sepulcro de Abner en Hebrón.

Y VINIERON todas las tribus de Israel á David en Hebrón, y hablaron, diciendo: He aquí nosotros somos tus huesos y tú carne.

Y aun ayer y antes, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, tú sacabas y volvías á Israel. Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás á mi pueblo Israel, y tú serás sobre Israel príncipe.

Vinieron pues todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo con ellos alianza en Hebrón delante de Jehová; y ungieron á David por rey sobre Israel.

Era David de treinta años cuando comenzó á reinar, y reinó cuarenta años.

En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses: y en Jerusalem reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.

Entonces el rey y los suyos fueron á Jerusalem al Jebuseo que habitaba en la tierra; el cual habló á David, diciendo: Tú no entrarás acá, si no echares los ciegos y los cojos; diciendo: No entrará acá David.

Empero David tomó la fortaleza de Sión, la cual es la ciudad de David.

Y dijo David aquel día: ¿Quién llegará hasta las canales, y herirá al Jebuseo, y á los cojos y ciegos, á los cuales el alma de David aborrece? Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en casa.

Y David moró en la fortaleza y púsole por nombre la Ciudad de David: y edificó alrededor, desde Millo para adentro.

10 Y David iba creciendo y aumentándose, y Jehová Dios de los ejércitos era con él.

Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando.

Hijos de David nacidos en Hebrón

(1 Cr. 3.1-4)

Y nacieron hijos a David en Hebrón; su primogénito fue Amnón, de Ahinoam jezreelita; su segundo Quileab, de Abigail la mujer de Nabal el de Carmel; el tercero, Absalón hijo de Maaca, hija de Talmai rey de Gesur; el cuarto, Adonías hijo de Haguit; el quinto, Sefatías hijo de Abital; el sexto, Itream, de Egla mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.

Abner pacta con David en Hebrón

Como había guerra entre la casa de Saúl y la de David, aconteció que Abner se esforzaba por la casa de Saúl. Y había tenido Saúl una concubina que se llamaba Rizpa, hija de Aja; y dijo Is-boset a Abner: ¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre? Y se enojó Abner en gran manera por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Soy yo cabeza de perro que pertenezca a Judá? Yo he hecho hoy misericordia con la casa de Saúl tu padre, con sus hermanos y con sus amigos, y no te he entregado en mano de David; ¿y tú me haces hoy cargo del pecado de esta mujer? Así haga Dios a Abner y aun le añada, si como ha jurado Jehová a David, no haga yo así con él, 10 trasladando el reino de la casa de Saúl,(A) y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba. 11 Y él no pudo responder palabra a Abner, porque le temía.

12 Entonces envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que le dijesen: Haz pacto conmigo, y he aquí que mi mano estará contigo para volver a ti todo Israel. 13 Y David dijo: Bien; haré pacto contigo, mas una cosa te pido: No me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vengas a verme. 14 Después de esto envió David mensajeros a Is-boset hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme mi mujer Mical, la cual desposé conmigo por cien prepucios de filisteos.(B) 15 Entonces Is-boset envió y se la quitó a su marido Paltiel hijo de Lais. 16 Y su marido fue con ella, siguiéndola y llorando hasta Bahurim. Y le dijo Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió.

17 Y habló Abner con los ancianos de Israel, diciendo: Hace ya tiempo procurabais que David fuese rey sobre vosotros. 18 Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha hablado a David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos, y de mano de todos sus enemigos. 19 Habló también Abner a los de Benjamín; y fue también Abner a Hebrón a decir a David todo lo que parecía bien a los de Israel y a toda la casa de Benjamín.

20 Vino, pues, Abner a David en Hebrón, y con él veinte hombres; y David hizo banquete a Abner y a los que con él habían venido. 21 Y dijo Abner a David: Yo me levantaré e iré, y juntaré a mi señor el rey a todo Israel, para que hagan contigo pacto, y tú reines como lo desea tu corazón. David despidió luego a Abner, y él se fue en paz.

Joab mata a Abner

22 Y he aquí que los siervos de David y Joab venían del campo, y traían consigo gran botín. Mas Abner no estaba con David en Hebrón, pues ya lo había despedido, y él se había ido en paz. 23 Y luego que llegó Joab y todo el ejército que con él estaba, fue dado aviso a Joab, diciendo: Abner hijo de Ner ha venido al rey, y él le ha despedido, y se fue en paz. 24 Entonces Joab vino al rey, y le dijo: ¿Qué has hecho? He aquí Abner vino a ti; ¿por qué, pues, le dejaste que se fuese? 25 Tú conoces a Abner hijo de Ner. No ha venido sino para engañarte, y para enterarse de tu salida y de tu entrada, y para saber todo lo que tú haces.

26 Y saliendo Joab de la presencia de David, envió mensajeros tras Abner, los cuales le hicieron volver desde el pozo de Sira, sin que David lo supiera. 27 Y cuando Abner volvió a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablar con él en secreto; y allí, en venganza de la muerte de Asael su hermano, le hirió por la quinta costilla, y murió. 28 Cuando David supo después esto, dijo: Inocente soy yo y mi reino, delante de Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner. 29 Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien muera a espada, ni quien tenga falta de pan. 30 Joab, pues, y Abisai su hermano, mataron a Abner, porque él había dado muerte a Asael hermano de ellos en la batalla de Gabaón.

31 Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro. 32 Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. 33 Y endechando el rey al mismo Abner, decía:

¿Había de morir Abner como muere un villano?

34 Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos;

Caíste como los que caen delante de malos hombres.

Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él. 35 Entonces todo el pueblo vino para persuadir a David que comiera, antes que acabara el día. Mas David juró diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, si antes que se ponga el sol gustare yo pan, o cualquiera otra cosa. 36 Todo el pueblo supo esto, y le agradó; pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo. 37 Y todo el pueblo y todo Israel entendió aquel día, que no había procedido del rey el matar a Abner hijo de Ner. 38 También dijo el rey a sus siervos: ¿No sabéis que un príncipe y grande ha caído hoy en Israel? 39 Y yo soy débil hoy, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son muy duros para mí; Jehová dé el pago al que mal hace, conforme a su maldad.

Is-boset es asesinado

Luego que oyó el hijo de Saúl que Abner había sido muerto en Hebrón, las manos se le debilitaron, y fue atemorizado todo Israel. Y el hijo de Saúl tenía dos hombres, capitanes de bandas de merodeadores; el nombre de uno era Baana, y el del otro, Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado con Benjamín, pues los beerotitas habían huido a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).

Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies.(C) Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.

Los hijos, pues, de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en el mayor calor del día en casa de Is-boset, el cual estaba durmiendo la siesta en su cámara. Y he aquí la portera de la casa había estado limpiando trigo, pero se durmió; y fue así como Recab y Baana su hermano se introdujeron en la casa. Cuando entraron en la casa, Is-boset dormía sobre su lecho en su cámara; y lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por el camino del Arabá. Y trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su linaje. Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda angustia, 10 que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He aquí Saúl ha muerto, imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.(D) 11 ¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora, pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra? 12 Entonces David ordenó a sus servidores, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón.

David es proclamado rey de Israel

(1 Cr. 11.1-3)

Vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya somos. Y aun antes de ahora, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú quien sacabas a Israel a la guerra, y lo volvías a traer. Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel. Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo pacto con ellos en Hebrón delante de Jehová; y ungieron a David por rey sobre Israel. Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.(E)

David toma la fortaleza de Sion

(1 Cr. 11.4-9)

Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos(F) que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá). Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David. Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa. Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro. 10 Y David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.

La guerra entre las familias de Saúl y David se prolongó durante mucho tiempo. David consolidaba más y más su reino, en tanto que el de Saúl se iba debilitando.

Hijos de David nacidos en Hebrón(A)

Mientras estuvo en Hebrón, David tuvo los siguientes hijos:

Su primogénito fue Amnón, hijo de Ajinoán la jezrelita;

el segundo, Quileab, hijo de Abigaíl, viuda de Nabal de Carmel;

el tercero, Absalón, hijo de Macá, la hija del rey Talmay de Guesur;

el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit;

el quinto, Sefatías, hijo de Abital;

el sexto, Itreán, hijo de Eglá, que era otra esposa de David.

Estos son los hijos que nacieron mientras David estuvo en Hebrón.

Abner hace un pacto con David

Durante la guerra entre las familias de Saúl y David, Abner fue consolidando su posición en el reino de Saúl. Isboset reclamó a Abner el haberse acostado con Rizpa hija de Ayá, que había sido concubina[a] de Saúl.

Abner se molestó mucho por el reclamo, así que respondió:

—¿Acaso soy un perro al servicio de Judá? Hasta el día de hoy me he mantenido fiel a la familia de tu padre Saúl, incluso a sus parientes y amigos, y conste que no te he entregado en manos de David. ¡Y ahora me sales con que he cometido una falta con esa mujer! Que Dios me castigue sin piedad si ahora yo no procedo con David conforme a lo que el Señor juró: 10 Voy a quitarle el reino a la familia de Saúl y a establecer el trono de David sobre Israel y Judá, desde Dan hasta Berseba.

11 Isboset no se atrevió a responderle a Abner ni una sola palabra, pues le tenía miedo.

12 Entonces Abner envió unos mensajeros a decirle a David: «¿A quién pertenece la tierra, si no a usted? Haga un pacto conmigo y yo lo apoyaré para hacer que todo Israel se ponga de su parte».

13 «Muy bien» —respondió David—. «Haré un pacto contigo, pero con esta condición: Cuando vengas a verme, trae contigo a Mical hija de Saúl. De lo contrario, no te recibiré». 14 Además, David envió unos mensajeros a decirle a Isboset, hijo de Saúl: «Devuélveme a mi esposa Mical, por la que di a cambio cien prepucios de filisteos».

15 Por tanto, Isboset mandó que se la quitaran a Paltiel, hijo de Lais, que era su esposo, 16 pero Paltiel se fue tras ella, llorando por todo el camino hasta llegar a Bajurín. Allí Abner ordenó que regresara y Paltiel obedeció.

17 Luego Abner habló con los jefes de Israel. «Hace tiempo que ustedes quieren hacer rey a David. 18 Ya pueden hacerlo, pues el Señor ha prometido: “Por medio de ti, que eres mi siervo, libraré a mi pueblo Israel del poder de los filisteos y de todos sus enemigos”».

19 Abner habló también con los de Benjamín, y más tarde fue a Hebrón para contarle a David todo lo que Israel y la tribu de Benjamín deseaban hacer. 20 Cuando Abner llegó a Hebrón, David preparó un banquete para él y los veinte hombres que lo acompañaban. 21 Allí Abner propuso a David: «Mi señor y rey, permítame convocar a todo Israel para que hagan un pacto con usted y así su reino se extenderá a su gusto». Con esto, David despidió a Abner y este se fue en paz.

Joab asesina a Abner

22 Ahora bien, los soldados de David regresaban con Joab de una de sus campañas y traían un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, pues David lo había despedido y él se había ido en paz. 23 Cuando llegó Joab con la tropa que lo acompañaba, le notificaron que Abner, hijo de Ner, había visitado al rey y que el rey lo había dejado ir en paz.

24 Por tanto, Joab fue a ver al rey y le dijo: «¿Qué ha hecho usted? Abner vino a verlo, ¿por qué lo dejó ir? Ahora ya se ha ido. 25 ¡Usted lo conoce! Lo más seguro es que haya venido con engaño para averiguar qué planes tiene, y para enterarse de todo lo que usted está haciendo».

26 En cuanto Joab salió de hablar con David, envió mensajeros tras Abner, los cuales lo hicieron volver del pozo de Sira. Pero de esto Joab no dijo nada a David. 27 Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte a la entrada de la ciudad, como para hablar con él en privado. Allí lo apuñaló en el vientre y Abner murió. Así Joab se vengó de la muerte de su hermano Asael.

28 Algún tiempo después, David se enteró de esto y declaró: «Hago constar ante el Señor que mi reino y yo somos totalmente inocentes de la muerte de Abner, hijo de Ner. 29 ¡Los responsables de su muerte son Joab y toda su familia! ¡Que nunca falte en la familia de Joab alguien que sufra de hemorragia o una enfermedad en la piel, o que use muletas, o que muera violentamente, o que pase hambre!».

30 Joab y su hermano Abisay asesinaron a Abner porque en la batalla de Gabaón él había matado a Asael, hermano de ellos.

31 David ordenó a Joab y a todos los que estaban con él: «Rásguense las vestiduras, vístanse de luto y hagan duelo por Abner». El rey David en persona marchó detrás del féretro 32 y Abner fue enterrado en Hebrón. Junto a la tumba, el rey lloró a gritos y todo el pueblo lloró con él.

33 Entonces el rey compuso este lamento por Abner:

«¿Por qué tenía que morir Abner
    como mueren los canallas?
34 ¡No tenías atadas las manos
    ni te habían encadenado los pies!
¡Caíste como el que cae
    en manos de criminales!».

Y el pueblo lloró aún más.

35 Todos se acercaron a David y le rogaron que comiera algo mientras todavía era de día, pero él hizo este juramento: «¡Que Dios me castigue sin piedad si pruebo pan o algún otro alimento antes de que se ponga el sol!».

36 La gente prestó atención y a todos les pareció bien. En realidad, todo lo que hacía el rey les agradaba. 37 Aquel día todo el pueblo y todo Israel reconocieron que el rey no había sido responsable de la muerte de Abner, hijo de Ner.

38 El rey también dijo a su gente: «¿No se dan cuenta de que hoy ha muerto en Israel un comandante y hombre extraordinario? 39 En cuanto a mí, aunque me han ungido rey, soy todavía débil; no puedo hacerles frente a estos hijos de Sarvia. ¡Que el Señor pague al malhechor según sus malas obras!».

Asesinato de Isboset

Cuando Isboset, hijo de Saúl, se enteró que Abner había muerto en Hebrón, se acobardó y con él todo Israel. Isboset contaba con dos sujetos que lideraban bandas armadas. Uno de ellos se llamaba Baná y el otro, Recab; ambos eran hijos de Rimón el berotita y pertenecían a la tribu de Benjamín. Berot se consideraba parte de Benjamín, pues los habitantes de Berot se habían refugiado en Guitayin, donde hasta la fecha residen.

Por otra parte, Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo de cinco años, llamado Mefiboset, que estaba tullido. Resulta que, cuando de Jezrel llegó la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán, su nodriza lo cargó para huir; pero con el apuro, se le cayó y por eso quedó cojo.

Ahora bien, Recab y Baná, los hijos de Rimón el berotita, partieron para la casa de Isboset y llegaron en pleno calor del día, cuando él dormía la siesta. Con el pretexto de sacar un poco de trigo, Recab y su hermano Baná entraron al interior de la casa y allí mismo lo apuñalaron en el vientre. Después de eso, escaparon.

Se habían metido en la casa mientras Isboset estaba en la alcoba, acostado en su cama. Lo mataron a puñaladas, luego le cortaron la cabeza y se la llevaron. Caminaron toda la noche por el Arabá y, al llegar a Hebrón, entregaron a David la cabeza de Isboset y le dijeron al rey:

—Aquí traemos la cabeza de Isboset, hijo de su enemigo Saúl, que intentó matarlo a usted. El Señor ha vengado hoy a mi señor el rey por lo que Saúl y su descendencia hicieron.

Pero David respondió a Recab y a Baná, los hijos de Rimón el berotita:

—El Señor me ha librado de todas mis angustias y, tan cierto como que él vive, 10 les aseguro que quien me anunció la muerte de Saúl se imaginaba que me traía buenas noticias, ¡pero la recompensa que le di por tan “buenas noticias” fue apresarlo y matarlo en Siclag! 11 ¡Y con mayor razón castigaré a los malvados que han dado muerte a un inocente mientras este dormía en su propia cama! ¿Acaso no voy a vengar su muerte exterminándolos a ustedes de la tierra?

12 Entonces David ordenó a sus soldados que los mataran y que además les cortaran las manos y los pies, y colgaran sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. En cambio, la cabeza de Isboset la enterraron en Hebrón, en el sepulcro de Abner.

David es ungido rey de Israel(B)

Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón para hablar con David. Le dijeron: «Nosotros somos de la misma sangre. Ya desde antes, cuando Saúl era nuestro rey, usted dirigía a Israel en sus campañas. Además el Señor le dijo a usted: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel y lo gobernarás”».

Así pues, todos los jefes de Israel fueron a Hebrón para hablar con el rey David. Allí el rey hizo un pacto con ellos en presencia del Señor. Después de eso, ungieron a David para que fuera rey sobre Israel.

David tenía treinta años cuando comenzó a reinar y reinó cuarenta años. Durante siete años y seis meses fue rey de Judá en Hebrón; luego reinó en Jerusalén sobre todo Israel y Judá durante treinta y tres años.

David conquista Jerusalén(C)(D)

El rey y sus soldados marcharon sobre Jerusalén para atacar a los jebuseos que vivían allí. Los jebuseos, pensando que David no podría entrar en la ciudad, dijeron a David: «Aquí no entrarás; para ponerte en retirada, nos bastan los ciegos y los cojos». Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, que también se conoce como la Ciudad de David.

Aquel día David dijo: «Todo el que vaya a matar a los jebuseos, que suba por el acueducto, para alcanzar a los cojos y a los ciegos. ¡Los aborrezco!». De ahí viene el dicho: «Los ciegos y los cojos no entrarán en el palacio».

David se estableció en la fortaleza y la llamó Ciudad de David. Luego construyó una muralla alrededor, desde el terraplén[b] hasta el palacio. 10 Y David se fortaleció más y más, porque el Señor Dios de los Ejércitos estaba con él.

Footnotes

  1. 3:7 Véase nota en Gn 22:24.
  2. 5:9 terraplén. Alt. Milo.