Add parallel Print Page Options

31 Pero, cuando en cada plaza armabas un prostíbulo y te exhibías en cada esquina, no te comportabas como una prostituta, ¡pues no cobrabas nada!

32 »”¡Adúltera! Prefieres a los extraños, en vez de a tu marido. 33 A todas las prostitutas se les paga; tú, en cambio, les pagas a tus amantes. Los sobornas para que vengan de todas partes a acostarse contigo.

Read full chapter