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Caín y Abel

Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido[a] varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;(A) pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.[b]

Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.(B) Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.

16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod,[c] al oriente de Edén. 17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.

23 Y dijo Lamec a sus mujeres:

Ada y Zila, oíd mi voz;

Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:

Que un varón mataré por mi herida,

Y un joven por mi golpe.

24 Si siete veces será vengado Caín,

Lamec en verdad setenta veces siete lo será.

25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set:[d] Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. 26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.

Los descendientes de Adán

(1 Cr. 1.1-4)

Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó;(C) y los bendijo,(D) y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.

Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.

Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió.

12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió.

15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.

18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19 Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.

21 Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24 Caminó, pues, Enoc con Dios,(E) y desapareció, porque le llevó Dios. 25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió.

28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 29 y llamó su nombre Noé,[e] diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. 30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió.

32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.

Footnotes

  1. Génesis 4:1 Heb. qanah,   adquirir.
  2. Génesis 4:7 O, a ti será sujeto.
  3. Génesis 4:16 Esto es, Errante.
  4. Génesis 4:25 Esto es, Sustitución.
  5. Génesis 5:29 Esto es, Consuelo,   o Descanso.

Caín y Abel

El hombre tuvo relaciones sexuales con Eva, su mujer, y ella quedó embarazada y dio a luz a Caín.[a] Y dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un varón!». Después dio a luz a Abel, hermano de Caín.

Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra. Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo.

Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado está a la puerta para dominarte. No obstante, tú puedes dominarlo».

Caín habló con su hermano Abel.[b] Y cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo asesinó.

El Señor preguntó a Caín:

—¿Dónde está tu hermano Abel?

—No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?

10 —¡Qué has hecho! —exclamó el Señor—. Desde la tierra, la sangre de tu hermano me reclama justicia. 11 Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. 12 Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos y en el mundo serás un fugitivo errante.

13 —Este castigo es más de lo que puedo soportar —dijo Caín al Señor—. 14 Hoy me condenas al destierro y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo y cualquiera que me encuentre me matará.

15 —No, al contrario[c] —respondió el Señor—, el que mate a Caín será castigado siete veces.

Entonces el Señor puso una marca a Caín para que no lo matara cualquiera que lo encontrara. 16 Así Caín se alejó de la presencia del Señor y se fue a vivir a la región llamada Nod,[d] al este del Edén.

17 Caín tuvo relaciones sexuales con su mujer, la cual quedó embarazada y dio a luz a Enoc. Caín construyó una ciudad y le puso el nombre de su hijo Enoc. 18 Enoc tuvo un hijo llamado Irad, que fue el padre de Mejuyael. Este a su vez fue el padre de Metusael, y Metusael fue el padre de Lamec.

19 Lamec tuvo dos mujeres. Una de ellas se llamaba Ada y la otra, Zila. 20 Ada dio a luz a Jabal, quien a su vez fue el antepasado de los que viven en tiendas de campaña y crían ganado. 21 Jabal tuvo un hermano llamado Jubal, quien fue el antepasado de los que tocan el arpa y la flauta. 22 Por su parte, Zila dio a luz a Tubal Caín, que fue herrero y forjador de toda clase de herramientas de bronce y de hierro. Tubal Caín tuvo una hermana que se llamaba Naamá.

23 Lamec dijo a sus mujeres Ada y Zila:

«¡Escuchen bien, mujeres de Lamec!
    ¡Escuchen mis palabras!
Maté a un hombre por haberme agredido
    y a un muchacho por golpearme.
24 Si Caín será vengado siete veces,
    setenta y siete veces será vengado Lamec».

25 Adán volvió a tener relaciones sexuales con su mujer y ella tuvo un hijo al que llamó Set,[e] porque dijo: «Dios me ha concedido otro descendiente en lugar de Abel, al que mató Caín». 26 También Set tuvo un hijo, a quien llamó Enós.

Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor.

Descendientes de Adán

Esta es la lista de los descendientes de Adán.

Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo. Los creó hombre y mujer, y los bendijo. El día que fueron creados los llamó «seres humanos».[f]

Cuando Adán llegó a la edad de ciento treinta años, tuvo un hijo[g] a su semejanza e imagen, y lo llamó Set. Después del nacimiento de Set, Adán vivió ochocientos años más y tuvo otros hijos y otras hijas. De modo que Adán vivió novecientos treinta años y murió.

Set tenía ciento cinco años cuando tuvo a su hijo Enós. Después del nacimiento de Enós, Set vivió ochocientos siete años más y tuvo otros hijos y otras hijas. De modo que Set vivió novecientos doce años y murió.

Enós tenía noventa años cuando tuvo a su hijo Cainán. 10 Después del nacimiento de Cainán, Enós vivió ochocientos quince años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 11 De modo que Enós vivió novecientos cinco años y murió.

12 Cainán tenía setenta años cuando tuvo a su hijo Malalel. 13 Después del nacimiento de Malalel, Cainán vivió ochocientos cuarenta años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 14 De modo que Cainán vivió novecientos diez años y murió.

15 Malalel tenía sesenta y cinco años cuando tuvo a su hijo Jared. 16 Después del nacimiento de Jared, Malalel vivió ochocientos treinta años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 17 De modo que Malalel vivió ochocientos noventa y cinco años y murió.

18 Jared tenía ciento sesenta y dos años cuando tuvo a su hijo Enoc. 19 Después del nacimiento de Enoc, Jared vivió ochocientos años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 20 De modo que Jared vivió novecientos sesenta y dos años y murió.

21 Enoc tenía sesenta y cinco años cuando tuvo a su hijo Matusalén. 22 Después del nacimiento de Matusalén, Enoc anduvo fielmente con Dios trescientos años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 23 En total, Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años, 24 y como anduvo fielmente con Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó.

25 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando tuvo a su hijo Lamec. 26 Después del nacimiento de Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 27 De modo que Matusalén vivió novecientos sesenta y nueve años y murió.

28 Lamec tenía ciento ochenta y dos años cuando tuvo a su hijo Noé.[h] 29 Le dio ese nombre porque dijo: «Este niño nos dará descanso en nuestros trabajos y sufrimientos en esta tierra que maldijo el Señor». 30 Después del nacimiento de Noé, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años más y tuvo otros hijos y otras hijas. 31 De modo que Lamec murió a los setecientos setenta y siete años.

32 Noé ya había cumplido quinientos años cuando tuvo a sus hijos Sem, Cam y Jafet.

Footnotes

  1. 4:1 En hebreo, Caín suena como el verbo que significa llegar a tener, adquirir.
  2. 4:8 El Pentateuco Samaritano, la LXX, la Vulgata y la Siríaca dicen Caín dijo a su hermano Abel: «Salgamos al campo».
  3. 4:15 No, al contrario (LXX, Vulgata y Siríaca); Por tanto (TM).
  4. 4:16 En hebreo, Nod significa errante (véanse vv. 12 y 14).
  5. 4:25 En hebreo, Set significa concedido.
  6. 5:2 seres humanos. Lit. Adán. El término hebreo también significa hombre en el sentido genérico de humanidad.
  7. 5:3 tuvo un hijo. Lit. engendró a; y así sucesivamente en el resto de esta genealogía.
  8. 5:28 En hebreo, el nombre propio Noé suena como la palabra que significa descanso.

Caín y Abel

El hombre se unió con su esposa Eva. Ella quedó embarazada y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: «Ya tengo un hijo varón. El Señor me lo ha dado.» Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín se dedicó a cultivar la tierra.

Pasó el tiempo, y un día Caín llevó al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. También Abel llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas. El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.»

Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. Entonces el Señor le preguntó a Caín:

—¿Dónde está tu hermano Abel?

Y Caín contestó:

—No lo sé. ¿Acaso es mi obligación cuidar de él?

10 El Señor le dijo:

—¿Por qué has hecho esto? La sangre de tu hermano, que has derramado en la tierra, me pide a gritos que yo haga justicia. 11 Por eso, quedarás maldito y expulsado de la tierra que se ha bebido la sangre de tu hermano, a quien tú mataste. 12 Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte sus frutos. Andarás vagando por el mundo, sin poder descansar jamás.

13 Entonces Caín respondió al Señor:

—Yo no puedo soportar un castigo tan grande. 14 Hoy me has echado fuera de esta tierra, y tendré que vagar por el mundo lejos de tu presencia, sin poder descansar jamás. Y así, cualquiera que me encuentre me matará.

15 Pero el Señor le contestó:

—Pues si alguien te mata, será castigado siete veces.

Entonces el Señor le puso una señal a Caín, para que el que lo encontrara no lo matara. 16 Caín se fue del lugar donde había estado hablando con el Señor, y se quedó a vivir en la región de Nod, que está al oriente de Edén.

Los descendientes de Caín

17 Caín se unió con su mujer, y ella quedó embarazada y dio a luz a Henoc. Luego Caín fundó una ciudad, a la que le puso por nombre Henoc, como a su hijo. 18 Henoc fue el padre de Irad, Irad fue el padre de Mehujael, Mehujael fue el padre de Metusael, y Metusael fue el padre de Lámec. 19 Lámec tuvo dos esposas: una de ellas se llamaba Adá, y la otra se llamaba Silá. 20 Adá dio a luz a Jabal, de quien descienden los que viven en tiendas de campaña y crían ganado. 21 Jabal tuvo un hermano llamado Jubal, de quien descienden todos los que tocan el arpa y la flauta. 22 Por su parte, Silá dio a luz a Tubal-caín, que fue herrero y hacía objetos de bronce y de hierro. Tubal-caín tuvo una hermana que se llamaba Naamá.

23 Un día, Lámec les dijo a sus esposas Adá y Silá:

«Escuchen bien lo que les digo:
he matado a un hombre por herirme,
a un muchacho por golpearme.
24 Si a Caín lo vengarán siete veces,
a mí tendrán que vengarme
setenta y siete veces.»

El tercer hijo de Adán y Eva

25 Adán volvió a unirse con su esposa, y ella tuvo un hijo al que llamó Set, pues dijo: «Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, al que Caín mató.»

26 También Set tuvo un hijo, al que llamó Enós. Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor.

Los descendientes de Adán(A)

Ésta es la lista de los descendientes de Adán. Cuando Dios creó al hombre, lo hizo semejante a él; los creó varón y mujer, y les dio su bendición. El día en que fueron creados, Dios dijo: «Se llamarán hombres.»

Adán tenía ciento treinta años cuando nació su hijo, al que llamó Set, y que era semejante a él en todo. Después de esto, Adán vivió ochocientos años más, y tuvo otros hijos e hijas; así que vivió novecientos treinta años en total. A esa edad murió.

Set tenía ciento cinco años cuando nació su hijo Enós. Después de esto, Set vivió ochocientos siete años más, y tuvo otros hijos e hijas; así que vivió novecientos doce años en total. A esa edad murió.

Enós tenía noventa años cuando nació su hijo Cainán. 10 Después de esto, Enós vivió ochocientos quince años más, y tuvo otros hijos e hijas; 11 así que vivió novecientos cinco años en total. A esa edad murió.

12 Cainán tenía setenta años cuando nació su hijo Mahalalel. 13 Después de esto, Cainán vivió ochocientos cuarenta años más, y tuvo otros hijos e hijas; 14 así que vivió novecientos diez años en total. A esa edad murió.

15 Mahalalel tenía sesenta y cinco años cuando nació su hijo Jéred. 16 Después de esto, Mahalalel vivió ochocientos treinta años más, y tuvo otros hijos e hijas; 17 así que vivió ochocientos noventa y cinco años en total. A esa edad murió.

18 Jéred tenía ciento sesenta y dos años cuando nació su hijo Henoc. 19 Después de esto, Jéred vivió ochocientos años más, y tuvo otros hijos e hijas; 20 así que vivió novecientos sesenta y dos años en total. A esa edad murió.

21 Henoc tenía sesenta y cinco años de edad cuando nació su hijo Matusalén. 22 Henoc vivió de acuerdo con la voluntad de Dios. Después que Matusalén nació, Henoc vivió trescientos años más, y tuvo otros hijos e hijas; 23 así que vivió trescientos sesenta y cinco años en total. 24 Como Henoc vivió de acuerdo con la voluntad de Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó.

25 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando nació su hijo Lámec. 26 Después de esto, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años más, y tuvo otros hijos e hijas; 27 así que vivió novecientos sesenta y nueve años en total. A esa edad murió.

28 Lámec tenía ciento ochenta y dos años cuando nació un hijo suyo, 29 al que llamó Noé, porque dijo: «El Señor maldijo la tierra, y tenemos que trabajar muy duro para cultivarla; pero este niño nos hará descansar.» 30 Después que Noé nació, Lámec vivió quinientos noventa y cinco años más, y tuvo otros hijos e hijas; 31 así que vivió setecientos setenta y siete años en total. A esa edad murió.

32 Noé tenía ya quinientos años cuando nacieron sus hijos Sem, Cam y Jafet.

Jesús y Nicodemo

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento[b] sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,(A) así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

De tal manera amó Dios al mundo

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

El amigo del esposo

22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba. 23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados. 24 Porque Juan no había sido aún encarcelado.(B)

25 Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación. 26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. 27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo. 28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo,(C) sino que soy enviado delante de él. 29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. 30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

El que viene de arriba

31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. 32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. 33 El que recibe su testimonio, este atestigua que Dios es veraz. 34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. 35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.(D)

36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Footnotes

  1. Juan 3:6 La misma palabra griega significa tanto viento   como espíritu.
  2. Juan 3:8 La misma palabra griega significa tanto viento   como espíritu.

Jesús enseña a Nicodemo

Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo. Este fue de noche a visitar a Jesús.

—Rabí —le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.

—Te aseguro que quien no nazca de nuevo[a] no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.

—¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?

—Te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. No te sorprendas de que haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”. El viento[b] sopla por donde quiere y oyes su sonido, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.

Nicodemo respondió:

—¿Cómo es posible que esto suceda?

10 —Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? —respondió Jesús—. 11 Te aseguro que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. 12 Si he hablado de las cosas terrenales y no creen, ¿cómo van a creer si les hablo de las celestiales? 13 Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.[c]

14 »Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que cree en él tenga vida eterna.[d]

16 »Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios. 19 Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.[e]

Testimonio de Juan el Bautista

22 Después de esto Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea. Allí pasó algún tiempo con ellos y bautizaba a la gente. 23 También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua. Así que la gente iba para ser bautizada. 24 (Esto sucedió antes de que encarcelaran a Juan). 25 Se entabló entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío[f] en torno a los ritos de purificación. 26 Aquellos fueron a ver a Juan y le dijeron:

—Rabí, fíjate, el que estaba contigo al otro lado del Jordán y de quien tú diste testimonio ahora está bautizando, y todos acuden a él.

27 —Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda —respondió Juan—. 28 Ustedes me son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él”. 29 El que se casa con la novia es el novio. Y el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del novio. Esa es la alegría que me inunda. 30 A él le toca crecer y a mí, menguar.

El que viene del cielo

31 »El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra es terrenal y de lo terrenal habla. El que viene del cielo está por encima de todos 32 y da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. 33 El que lo recibe certifica que Dios es veraz. 34 El enviado de Dios comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción. 35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.[g]

Footnotes

  1. 3:3 de nuevo. Alt. de arriba; también en v. 7.
  2. 3:8 viento. La misma palabra griega significa tanto viento como espíritu.
  3. 3:13 hombre. Var. hombre que está en el cielo.
  4. 3:15 todo … eterna. Alt. todo el que cree tenga vida eterna en él.
  5. 3:21 Algunos intérpretes consideran que el discurso de Jesús termina en el v. 15.
  6. 3:25 un judío. Var. unos judíos.
  7. 3:36 Algunos intérpretes consideran que los vv. 31-36 son un comentario del autor del evangelio.

Jesús y Nicodemo

Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante entre los judíos. Éste fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo:

—Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él.

Jesús le dijo:

—Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Nicodemo le preguntó:

—¿Y cómo puede uno nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso podrá entrar otra vez dentro de su madre, para volver a nacer?

Jesús le contestó:

—Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: “Todos tienen que nacer de nuevo.” El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu.

Nicodemo volvió a preguntarle:

—¿Cómo puede ser esto?

10 Jesús le contestó:

—¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? 11 Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos. 12 Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo?

13 »Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre. 14 Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, 15 para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

El amor de Dios para el mundo

16 »Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

18 »El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. 19 Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.

Juan el Bautista vuelve a hablar de Jesús

22 Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea, donde pasó algún tiempo con ellos bautizando. 23 También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba y era bautizada. 24 Esto sucedió antes que metieran a Juan a la cárcel.

25 Pero algunos de los seguidores de Juan comenzaron a discutir con un judío sobre el asunto de la purificación, 26 y fueron a decirle a Juan:

—Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, ahora está bautizando y todos lo siguen.

27 Juan les dijo:

—Nadie puede tener nada, si Dios no se lo da. 28 Ustedes mismos me oyeron decir claramente que yo no soy el Mesías, sino uno que ha sido enviado delante de él. 29 En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oírlo hablar. Así también mi alegría es ahora completa. 30 Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo.

El que viene de arriba

31 »El que viene de arriba está sobre todos. El que es de la tierra es terrenal, y habla de las cosas de la tierra. Pero el que viene del cielo está sobre todos, 32 y da testimonio de lo que ha visto y oído; pero nadie acepta su testimonio. 33 Pero si alguien lo acepta, confirma con ello que Dios dice la verdad; 34 pues el que ha sido enviado por Dios, habla las palabras de Dios, porque Dios da abundantemente su Espíritu. 35 El Padre ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todas las cosas. 36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero el que no quiere creer en el Hijo, no tendrá esa vida, sino que recibirá el terrible castigo de Dios.