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En ese día
tus ciudades fortificadas serán abandonadas,
como fueron abandonadas
las ciudades de los heveos y de los amorreos
por miedo a los israelitas.
Quedarán convertidas en desierto,
10 porque olvidaste al Dios que te salvó,
no recordaste que él es tu refugio seguro.
Tú cultivas esos jardines agradables,
siembras tus plantas en honor a un dios extranjero,
11 las proteges el día en que las plantas,
y haces que brote la semilla al día siguiente.
Pero cuando vengan la enfermedad y el mal incurable,
se perderá la cosecha.

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