Add parallel Print Page Options

¡Avergüénzate, Sidón!, porque el mar,
la fortaleza del mar
habló, diciendo:
«Nunca estuve de parto:
no di a luz,
ni crié jóvenes
ni hice crecer muchachas.»
Cuando lleguen las nuevas a Egipto,
tendrán dolor por las noticias de Tiro.
Pasaos a Tarsis;
aullad, moradores de la costa.

Read full chapter