Add parallel Print Page Options

28 Por eso el país estará de luto,
    y los altos cielos se oscurecerán,
pues ya lo dije, y no me retractaré;
    lo he decidido, y no me volveré atrás».

29 Ante el ruido de arqueros y jinetes
    huye toda la ciudad.
Algunos se meten en los matorrales,
    otros trepan por los peñascos.
Toda la ciudad queda abandonada;
    ¡no queda un solo habitante!

30 ¿Qué piensas hacer, ciudad devastada?
    ¿Para qué te vistes de púrpura?
¿Para qué te pones joyas de oro?
    ¿Para qué te maquillas los ojos?
En vano te embelleces,
    pues tus amantes te desprecian;
    solo buscan tu muerte.

Read full chapter