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21 “Ahora escucha esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye:(A) 22 ¿No van a tener temor de mí? ¿No van a temblar en mi presencia? ¿Ante mí, que con arena le puse límites al mar? Ésta es una ley permanente, que no se puede quebrantar. Aunque se levanten tempestades, no podrán rebasar esos límites; aunque bramen las olas, no pasarán de allí.”(B)

—Palabra del Señor.

23 »Pero éste es un pueblo que tiene un corazón falso y rebelde. Se apartaron y se fueron.

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