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BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento.

Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

¿POR qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan vanidad?

Estarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová, y contra su ungido, diciendo:

Rompamos sus coyundas, Y echemos de nosotros sus cuerdas.

El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.

Entonces hablará á ellos en su furor, Y turbarálos con su ira.

Yo empero he puesto mi rey Sobre Sión, monte de mi santidad.

Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.

Pídeme, y te daré por heredad las gentes, Y por posesión tuya los términos de la tierra.

Quebrantarlos has con vara de hierro: Como vaso de alfarero los desmenuzarás.

10 Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.

11 Servid á Jehová con temor, Y alegraos con temblor.

12 Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, Cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalom su hijo. ­OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.

Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. (Selah.)

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.

Con mi voz clamé á Jehová, Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)

Yo me acosté, y dormí, Y desperté; porque Jehová me sostuvo.

No temeré de diez millares de pueblos, Que pusieren cerco contra mí.

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste.

De Jehová es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)

Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David. RESPONDEME cuando clamo, oh Dios de mi justicia: Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar: Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)

Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí: Jehová oirá cuando yo á él clamare.

Temblad, y no pequéis: Conversad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y desistid. (Selah.)

Ofreced sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová.

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

Tú diste alegría en mi corazón, Más que tienen ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.

En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado.

Al Músico principal: sobre Nehiloth: Salmo de David. ESCUCHA, oh Jehová, mis palabras; Considera la meditación mía.

Está atento á la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque á ti oraré.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré á ti, y esperaré.

Porque tú no eres un Dios que ame la maldad: El malo no habitará junto á ti.

No estarán los insensatos delante de tus ojos: Aborreces á todos los que obran iniquidad.

Destruirás á los que hablan mentira: Al hombre de sangres y de engaño abominará Jehová.

Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu casa: Adoraré hacia el templo de tu santidad en tu temor.

Guíame, Jehová, en tu justicia á causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.

Porque no hay en su boca rectitud: Sus entrañas son pravedades; Sepulcro abierto su garganta: Con su lengua lisonjearán.

10 Desbarátalos, oh Dios; Caigan de sus consejos: Por la multitud de sus rebeliones échalos, Porque se rebelaron contra ti.

11 Y alegrarse han todos los que en ti confían; Para siempre darán voces de júbilo, porque tú los defiendes: Y en ti se regocijarán los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Lo cercarás de benevolencia como con un escudo.

Al Músico principal: en Neginoth sobre Seminith: Salmo de David. JEHOVA, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues con tu ira.

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado: Sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.

Mi alma asimismo está muy conturbada: Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

Vuelve, oh Jehová, libra mi alma; Sálvame por tu misericordia.

Porque en la muerte no hay memoria de ti: ¿Quién te loará en el sepulcro?

Heme consumido á fuerza de gemir: Todas las noches inundo mi lecho, Riego mi estrado con mis lágrimas.

Mis ojos están carcomidos de descontento; Hanse envejecido á causa de todos mis angustiadores.

Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.

Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.

10 Se avergonzarán, y turbaránse mucho todos mis enemigos; Volveránse y serán avergonzados subitáneamente.

LIBRO I

El justo y los pecadores

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,

Ni estuvo en camino de pecadores,

Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Sino que en la ley de Jehová está su delicia,

Y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,(A)

Que da su fruto en su tiempo,

Y su hoja no cae;

Y todo lo que hace, prosperará.

No así los malos,

Que son como el tamo que arrebata el viento.

Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,

Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Porque Jehová conoce el camino de los justos;

Mas la senda de los malos perecerá.

El reino del ungido de Jehová

¿Por qué se amotinan las gentes,

Y los pueblos piensan cosas vanas?

Se levantarán los reyes de la tierra,

Y príncipes consultarán unidos

Contra Jehová y contra su ungido,(B) diciendo:

Rompamos sus ligaduras,

Y echemos de nosotros sus cuerdas.

El que mora en los cielos se reirá;

El Señor se burlará de ellos.

Luego hablará a ellos en su furor,

Y los turbará con su ira.

Pero yo he puesto mi rey

Sobre Sion, mi santo monte.

Yo publicaré el decreto;

Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;

Yo te engendré hoy.(C)

Pídeme, y te daré por herencia las naciones,

Y como posesión tuya los confines de la tierra.

Los quebrantarás con vara de hierro;(D)

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;

Admitid amonestación, jueces de la tierra.

11 Servid a Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.

12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;

Pues se inflama de pronto su ira.

Bienaventurados todos los que en él confían.

Oración matutina de confianza en Dios

Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo.(E)

¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!

Muchos son los que se levantan contra mí.

Muchos son los que dicen de mí:

No hay para él salvación en Dios. Selah

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;

Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.

Con mi voz clamé a Jehová,

Y él me respondió desde su monte santo. Selah

Yo me acosté y dormí,

Y desperté, porque Jehová me sustentaba.

No temeré a diez millares de gente,

Que pusieren sitio contra mí.

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;

Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;

Los dientes de los perversos quebrantaste.

La salvación es de Jehová;

Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah

Oración vespertina de confianza en Dios

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.

Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;

Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,

Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah

Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;

Jehová oirá cuando yo a él clamare.

Temblad, y no pequéis;(F)

Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah

Ofreced sacrificios de justicia,

Y confiad en Jehová.

Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?

Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

Tú diste alegría a mi corazón

Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Plegaria pidiendo protección

Al músico principal; sobre Nehilot. Salmo de David.

Escucha, oh Jehová, mis palabras;

Considera mi gemir.

Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,

Porque a ti oraré.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;

De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;

El malo no habitará junto a ti.

Los insensatos no estarán delante de tus ojos;

Aborreces a todos los que hacen iniquidad.

Destruirás a los que hablan mentira;

Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.

Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;

Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.

Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;

Endereza delante de mí tu camino.

Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;

Sus entrañas son maldad,

Sepulcro abierto es su garganta,

Con su lengua hablan lisonjas.(G)

10 Castígalos, oh Dios;

Caigan por sus mismos consejos;

Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera,

Porque se rebelaron contra ti.

11 Pero alégrense todos los que en ti confían;

Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;

En ti se regocijen los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;

Como con un escudo lo rodearás de tu favor.

Oración pidiendo misericordia en tiempo de prueba

Al músico principal; en Neginot, sobre Seminit. Salmo de David.

Jehová, no me reprendas en tu enojo,

Ni me castigues con tu ira.(H)

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;

Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.

Mi alma también está muy turbada;

Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;

Sálvame por tu misericordia.

Porque en la muerte no hay memoria de ti;

En el Seol, ¿quién te alabará?

Me he consumido a fuerza de gemir;

Todas las noches inundo de llanto mi lecho,

Riego mi cama con mis lágrimas.

Mis ojos están gastados de sufrir;

Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;(I)

Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.

Jehová ha oído mi ruego;

Ha recibido Jehová mi oración.

10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;

Se volverán y serán avergonzados de repente.