Salmos 50-53
Reina-Valera Antigua
50 Salmo de Asaph. EL Dios de dioses, Jehová, ha hablado, Y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
2 De Sión, perfección de hermosura, Ha Dios resplandecido.
3 Vendrá nuestro Dios, y no callará: Fuego consumirá delante de él, Y en derredor suyo habrá tempestad grande.
4 Convocará á los cielos de arriba, Y á la tierra, para juzgar á su pueblo.
5 Juntadme mis santos; Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
6 Y denunciarán los cielos su justicia; Porque Dios es el juez. (Selah.)
7 Oye, pueblo mío, y hablaré: Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprenderé sobre tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que delante de mí están siempre.
9 No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados.
11 Conozco todas las aves de los montes, Y en mi poder están las fieras del campo.
12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría á ti: Porque mío es el mundo y su plenitud.
13 ¿Tengo de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos?
14 Sacrifica á Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo.
15 E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.
16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca,
17 Pues que tú aborreces el castigo, Y echas á tu espalda mis palabras?
18 Si veías al ladrón, tú corrías con él; Y con los adúlteros era tu parte.
19 Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño.
20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano: Contra el hijo de tu madre ponías infamia.
21 Estas cosas hiciste, y yo he callado: Pensabas que de cierto sería yo como tú: Yo te argüiré, y pondré las delante de tus ojos.
22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; No sea que arrebate, sin que nadie libre.
23 El que sacrifica alabanza me honrará: Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salud de Dios.
51 Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró á Bath-sebah, vino á él Nathán el profeta. TEN piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia: Conforme á la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones; Y mi pecado está siempre delante de mí.
4 A ti, á ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos: Porque seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo: Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
8 Hazme oir gozo y alegría; Y se recrearán los huesos que has abatido.
9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu.
12 Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente.
13 Enseñaré á los prevaricadores tus caminos; Y los pecadores se convertirán á ti.
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud: Cantará mi lengua tu justicia.
15 Señor, abre mis labios; Y publicará mi boca tu alabanza.
16 Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; No quieres holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
18 Haz bien con tu benevolencia á Sión: Edifica los muros de Jerusalem.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto ú ofrenda del todo quemada: Entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.
52 Al Músico principal: Masquil de David, cuando vino Doeg Idumeo y dió cuenta á Saúl, diciéndole: David ha venido á casa de Ahimelech. ¿POR qué te glorías de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.
2 Agravios maquina tu lengua: Como navaja amolada hace engaño.
3 Amaste el mal más que el bien; La mentira más que hablar justicia. (Selah.)
4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua.
5 Por tanto Dios te derribará para siempre: Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)
6 Y verán los justos, y temerán; Y reiránse de él, diciendo:
7 He aquí el hombre que no puso á Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas. Y se mantuvo en su maldad.
8 Mas yo estoy como oliva verde en la casa de Dios: En la misericordia de Dios confío perpetua y eternalmente.
9 Te alabaré para siempre por lo que has hecho: Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
53 Al Músico principal: sobre Mahalath: Masquil de David. DIJO el necio en su corazón: No hay Dios. Corrompiéronse é hicieron abominable maldad: No hay quien haga bien.
2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Por ver si hay algún entendido Que busque á Dios.
3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido: No hay quien haga bien, no hay ni aun uno.
4 ¿No tienen conocimiento todos esos que obran iniquidad? Que comen á mi pueblo como si comiesen pan: A Dios no han invocado.
5 Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que asentó campo contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó.
6 Oh quién diese de Sión saludes á Israel! En volviendo Dios la cautividad de su pueblo, Gozarse ha Jacob, y alegraráse Israel.