Salmos 21-25
Reina-Valera 1960
Alabanza por haber sido librado del enemigo
Al músico principal. Salmo de David.
21 El rey se alegra en tu poder, oh Jehová;
Y en tu salvación, ¡cómo se goza!
2 Le has concedido el deseo de su corazón,
Y no le negaste la petición de sus labios. Selah
3 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
4 Vida te demandó, y se la diste;
Largura de días eternamente y para siempre.
5 Grande es su gloria en tu salvación;
Honra y majestad has puesto sobre él.
6 Porque lo has bendecido para siempre;
Lo llenaste de alegría con tu presencia.
7 Por cuanto el rey confía en Jehová,
Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;
Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira;
Jehová los deshará en su ira,
Y fuego los consumirá.
10 Su fruto destruirás de la tierra,
Y su descendencia de entre los hijos de los hombres.
11 Porque intentaron el mal contra ti;
Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán,
12 Pues tú los pondrás en fuga;
En tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.
13 Engrandécete, oh Jehová, en tu poder;
Cantaremos y alabaremos tu poderío.
Un grito de angustia y un canto de alabanza
Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.
22 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?(A)
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
5 Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza,(B) diciendo:
8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.(C)
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.
12 Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.
14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
17 Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.(D)
19 Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
20 Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.(E)
23 Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.
25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
28 Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.
29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
Jehová es mi pastor
Salmo de David.
23 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.(F)
3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
El rey de gloria
Salmo de David.
24 De Jehová es la tierra y su plenitud;(G)
El mundo, y los que en él habitan.
2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.
3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
4 El limpio de manos y puro de corazón;(H)
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
5 Él recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.
6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah
7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
8 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.
9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
10 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová de los ejércitos,
Él es el Rey de la gloria. Selah
David implora dirección, perdón y protección
Salmo de David.
25 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.
8 Bueno y recto es Jehová;
Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera.
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,
Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande.
12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Gozará él de bienestar,
Y su descendencia heredará la tierra.
14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,
Y a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,
Porque él sacará mis pies de la red.
16 Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
Y con odio violento me aborrecen.
20 Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
21 Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.
22 Redime, oh Dios, a Israel
De todas sus angustias.
Salmos 21-25
Nueva Versión Internacional
Al director musical. Salmo de David.
21 En tu fuerza, Señor, se regocija el rey;
¡cuánto se alegra en tus victorias!
2 Le has concedido lo que su corazón desea;
no le has negado lo que sus labios piden. Selah
3 Has salido a su encuentro con ricas bendiciones;
lo has coronado con diadema de oro fino.
4 Te pidió vida y se la concediste.
Le diste una vida larga y duradera.
5 Por tus victorias se acrecentó su gloria;
lo revestiste de honor y majestad.
6 Has hecho de él manantial de bendiciones continuas;
tu presencia lo ha llenado de alegría.
7 El rey confía en el Señor;
por el gran amor del Altísimo,
no caerá jamás.
8 Tu mano alcanzará a todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
9 Cuando tú, Señor, te manifiestes,
los convertirás en un horno encendido.
En su ira los devorará el Señor;
un fuego los consumirá.
10 Borrarás de la tierra a su simiente;
a sus descendientes de entre la humanidad.
11 Aunque tramen hacerte daño
y maquinen perversidades,
no se saldrán con la suya.
12 Porque tú los harás retroceder
cuando tenses tu arco contra ellos.
13 Enaltécete, Señor, con tu poder.
¡Nosotros entonaremos salmos y cantaremos tus proezas!
Al director musical. Sígase la tonada de «La gacela de la aurora». Salmo de David.
22 Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?
¿Por qué estás lejos para salvarme,
tan lejos de mis gritos de angustia?
2 Dios mío, clamo de día y no me respondes;
clamo de noche y no hallo reposo.
3 Pero tú eres santo y te sientas en tu trono;
habitas en la alabanza de Israel.
4 En ti confiaron nuestros antepasados;
confiaron, y tú los libraste;
5 a ti clamaron y tú los salvaste;
se apoyaron en ti y no los defraudaste.
6 Pero yo, gusano soy y no hombre;
la gente se burla de mí,
el pueblo me desprecia.
7 Cuantos me ven se ríen de mí;
lanzan insultos, meneando la cabeza:
8 «Este confía en el Señor,
¡pues que el Señor lo ponga a salvo!
Ya que en él se deleita,
¡que sea él quien lo libre!».
9 Pero tú me sacaste del vientre materno;
me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre.
10 Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer;
desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú.
11 No te alejes de mí,
porque la angustia está cerca
y no hay nadie que me ayude.
12 Muchos toros me rodean;
fuertes toros de Basán me cercan.
13 Contra mí abren sus fauces
leones que rugen y desgarran a su presa.
14 Como agua he sido derramado;
dislocados están todos mis huesos.
Mi corazón se ha vuelto como cera
y se derrite en mis entrañas.
15 Se ha secado mi vigor como la arcilla;
la lengua se me pega al paladar.
Me has hundido en el polvo de la muerte.
16 Como perros me han rodeado;
me ha cercado una banda de malvados;
me han traspasado[a] las manos y los pies.
17 Puedo contar todos mis huesos;
con satisfacción perversa la gente se detiene a mirarme.
18 Se repartieron entre ellos mi manto
y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Pero tú, Señor, no te alejes;
fuerza mía, ven pronto en mi auxilio.
20 Libra mi vida de la espada,
mi preciosa vida del poder de esos perros.
21 Rescátame de la boca de los leones;
sálvame de[b] los cuernos de los toros salvajes.
22 Proclamaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.
23 ¡Alaben al Señor los que le temen!
¡Hónrenlo, descendientes de Jacob!
¡Venérenlo, descendientes de Israel!
24 Porque él no desprecia ni tiene en poco
el sufrimiento del pobre;
no esconde de él su rostro,
sino que lo escucha cuando a él clama.
25 Tú inspiras mi alabanza en la gran asamblea;
ante los que te temen cumpliré mis promesas.
26 Comerán los pobres y se saciarán;
alabarán al Señor quienes lo buscan;
¡que su corazón viva para siempre!
27 Se acordarán del Señor y se volverán a él
todos los confines de la tierra;
ante él se postrarán
todas las familias de las naciones,
28 porque del Señor es el reino;
él gobierna sobre las naciones.
29 Festejarán y adorarán todos los ricos de la tierra;
ante él se postrarán todos los que bajan al polvo,
los que no pueden conservar su vida.
30 La posteridad le servirá;
del Señor se hablará a las generaciones futuras.
31 A un pueblo que aún no ha nacido
se le dirá que Dios hizo justicia.
Salmo de David.
23 El Señor es mi pastor, nada me falta;
2 en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
3 me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
haciendo honor a su nombre.
4 Aun si voy
por valles tenebrosos,
no temeré ningún mal
porque tú estás a mi lado;
tu vara y tu bastón me reconfortan.
5 Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con aceite mi cabeza;
has llenado mi copa a rebosar.
6 Seguro estoy de que la bondad y el amor
me seguirán todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
Salmo de David.
24 Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,
el mundo y cuantos lo habitan;
2 porque él afirmó la tierra sobre los mares,
la estableció sobre los ríos.
3 ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en su Lugar Santo?
4 Solo el de manos limpias y corazón puro,
el que no adora ídolos vanos
ni jura por dioses falsos.[c]
5 Quien es así recibe bendiciones del Señor;
el Dios de su salvación le hará justicia.
6 Tal es la generación de los que a ti acuden,
de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.[d] Selah
7 Eleven, puertas, sus dinteles;
levántense, puertas antiguas,
que va a entrar el Rey de la gloria.
8 ¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor, el fuerte y valiente,
el Señor, el valiente en la batalla.
9 Eleven, puertas, sus dinteles;
levántense, puertas antiguas,
que va a entrar el Rey de la gloria.
10 ¿Quién es este Rey de la gloria?
Es el Señor de los Ejércitos;
¡él es el Rey de la gloria! Selah
Salmo de David.
Álef
25 A ti, Señor, elevo mi alma;
Bet
2 mi Dios, en ti confío;
no permitas que sea yo humillado,
no dejes que mis enemigos se burlen de mí.
Guímel
3 Quien en ti pone su esperanza
jamás será avergonzado;
pero quedarán en vergüenza
los que traicionan sin razón.
Dálet
4 Señor, hazme conocer tus caminos;
y enséñame tus sendas.
He
5 Encamíname en tu verdad.
Vav
Y enséñame,
porque tú eres mi Dios y mi salvación.
¡En ti pongo mi esperanza todo el día!
Zayin
6 Acuérdate, Señor, de tu misericordia y gran amor,
que siempre me has mostrado.
Jet
7 Olvida los pecados y las transgresiones
que cometí en mi juventud.
Acuérdate de mí según tu gran amor,
porque tú, Señor, eres bueno.
Tet
8 Bueno y justo es el Señor;
por eso les muestra a los pecadores el camino.
Yod
9 Él dirige en la justicia a los humildes,
y les enseña su camino.
Caf
10 Todas las sendas del Señor son amor y verdad
para quienes cumplen los mandatos de su pacto.
Lámed
11 Por amor a tu nombre, Señor,
perdona mi gran iniquidad.
Mem
12 ¿Quién es el hombre que teme al Señor?
Será instruido en el mejor de los caminos.
Nun
13 Tendrá una vida próspera
y sus descendientes heredarán la tierra.
Sámej
14 El Señor brinda su amistad a quienes le temen
y les da a conocer su pacto.
Ayin
15 Mis ojos están puestos siempre en el Señor,
pues solo él puede sacarme de la trampa.
Pe
16 Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión,
pues me encuentro solo y afligido.
Tsade
17 Crecen las angustias de mi corazón;
líbrame de mis aflicciones.
18 Fíjate en mi aflicción y en mis penurias
y borra todos mis pecados.
Resh
19 ¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos,
y cuán violento es el odio que me tienen!
Shin
20 Protege mi vida, rescátame;
no permitas que sea avergonzado,
porque en ti busco refugio.
Tav
21 Sean mi protección la integridad y la rectitud,
porque en ti he puesto mi esperanza.
22 ¡Libra, oh Dios, a Israel
de todas sus angustias!
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